La construcción de 4 canchas de de fútbol tenis y mesas de hormigón para jugar ping pong en la zona del Parque Independencia, reabrió la controversia sobre el uso del espacio público, sobre todo de zonas especiales preservadas por las ordenanzas. 

La escritora Patricia Ratto, comprometida con los espacios verdes de Tandil, calificó al estado municipal como "caprichoso", que incumple sus propias ordenanzas. 

Bajo el título "Abrir los ojos y empezar a ver", la autora utilizó su cuenta de Facebook para expedirse sobre el tema: "hay un Tandil que los turistas no ven. Hay un Tandil que muchos tandilenses no ven. Un Tandil inseguro, con barrios sin asfalto, sin alumbrado público, sin cloacas. Calles céntricas que se están haciendo pedazos. Las sierras, que van desapareciendo por la explotación minera, por la construcción indiscriminada y fuera de toda regla. Fábricas y negocios que cierran, gente que queda sin trabajo. Licitaciones dudosas de espacios públicos. Espacios verdes sistemáticamente destruidos, llenados con cemento, caminos, flores de chapa. Arbolado público con podas aberrantes en pleno verano".

Sin embargo, -añadió- "en vez de poner manos a la obra para solucionar algunas de estas cuestiones que muchos tandilenses SÍ VEMOS, el MUNICIPIO dilapida sus recursos (nuestros recursos en realidad, de los ciudadanos) en construir 4 CANCHAS DE FÚTBOL TENIS y MESAS DE HORMIGÓN PARA PING PONG en el Parque Independencia, haciendo caso omiso a las verdaderas necesidades de los tandilenses e INCLUMPLIENDO, además, una Ordenanza Municipal".

Ratto recordó que "el Parque es ZEIA 2 (Zona Especial de Interés Ambiental), por ordenanza 9865/05, un espacio protegido también por leyes provinciales. Eso significa que debe ser conservado, cuidado. 1) NO SE PUEDE tocar, intervenir, sin Evaluación de Impacto Ambiental. ¿Se hizo? NO. 2) NO SE PUEDE modificar, sin tratarlo antes en el CONCEJO DELIBERANTE. ¿Se hizo? NO".

"NO SE PUEDE, PERO de todos modos SE HACE, EN CONTRA DE LA LEGISLACIÓN VIGENTE: se llena de tierra con ESCOMBROS un espacio verde, sin medir cómo esto afectará el ambiente, el escurrimiento de aguas de lluvia, la vegetación y fauna del lugar, la seguridad de la zona, la vida de los vecinos, etc, etc, etc.", esgrimió. 

La escritora concluyó que "un Estado caprichoso, que no cumple con sus propias reglamentaciones, que no se ocupa de las reales necesidades de sus ciudadanos, que no cuida el medio ambiente. Que ha olvidado que los funcionarios y legisladores no son los dueños de Tandil, que están ahí por nuestros votos y que deberían escucharnos y dar solución a los serios problemas que tiene la ciudad sin destruir lo poco bueno que nos va quedando", cerró.