Olimpo de Bahía Blanca fue superior a Quilmes y con goles de Robles y González, le ganó por 2 a 0 en el partido final de la Copa ciudad de Tandil que se jugó ayer por la noche en el Estadio General San Martín con una buena cantidad de público.
La primera del partido fue para Quilmes, Giampietri se fue desde el círculo central y remató de 30 metros para que Cauteruchi mande la pelota al córner.
Todas las acciones fueron de Olimpo de muy buen despliegue a partir del buen funcionamiento de Leandro González y la excelente participación de Ulloa. A los 20 el ex San Lorenzo, remató desde afuera y tapó Pontiroli. Más tarde Pinto eludió a un par de rivales e ingreso sólo por la derecha; Pontiroli salió rápidamente y logró tapar lo que era la apertura del marcador.
A los 39’ Ulloa de media distancia estrelló la pelota en el palo y la pudo capturar el buen golero Pontoroli. A los 43’, otra vez Ulloa eligió un envío de media, para que el arquero de Quilmes alcanzara a desviar.
La última chance de la etapa inicial, fue para el cervecero, con un centro de Alemanno que habilitó a Gorostegui, que definió afuera.
En el complemento el equipo de Bahía Blanca no hizo más que revalidar lo actuado en el primer tiempo y su superioridad fue creciendo.
Tal es así que a los 2 minutos de juego, Robles en el ingreso al área dominó muy bien el balón y descolocó a Pontiroli que, como es su costumbre, salió a achicar pero con un toque sutil el jugador aurinegro, puso el 1 a 0.
Doce minutos después, Ulloa robó una pelota en una salida fallida de Quilmes, la aguantó hasta que llegó Leandro González y lo habilitó para que el delantero no fallara en la definición.
Así, Olimpo, que había accedido a la final al ganarle en el primer cotejo a Argentinos, se quedó con una nueva edición de la Copa Ciudad de Tandil, que sin dudas les sirvió a los equipos que participaron para ganar minutos de fútbol de cara a los compromisos oficiales que deberán afrontar próximamente.
Una vez más nuestra ciudad le sirvió a los equipos de fútbol de mayor categoría, para ponerse a punto y buscar una buena forma física y futbolística.