26/06/2008

Locales

Ediles oficialistas visitaron las empresas Fungris y Fénix Tandil

Los concejales radicales Juan Pablo Frolik, Daniel Colombo, Ernesto Palacios y María Haydeé Condino visitaron las empresas de la familia Malignani (la metalúrgica Fungris y la planta de mecanizado Fénix Tandil) además de recorrer la nueva planta, que se construye sobre un predio de 4000 metros cuadrados del Parque Industrial Hermanos Bariffi.
La comitiva del Concejo Deliberante fue recibida por Juan Valentín Malignani, el titular del grupo empresario, pero durante la jornada los legisladores tuvieron la posibilidad de dialogar con el resto de la familia.
Es que a pesar de su envergadura –tiene 85 operarios en Fungris y otros 35 en Fénix Tandil- el núcleo es el de una empresa familiar, con el propio Malignani a la cabeza, su esposa Rebeca y su hija Ana en administración y los varones Dante y Esteban como referentes de primera línea en Fungris y Fénix Tandil, respectivamente.
Tras anunciarse, los concejales son invitados a pasar a la oficina de Malignani. Rebeca y Ana los guiaron a través de la planta.
“Hay que estar en los detalles y recorrer la planta, ver que está pasando, si todo marcha bien, si hay que resolver algo sobre la marcha”, explicó el empresario.
Malignani, quien ya dobló la esquina de los 70, conserva el empuje de alguien con 20 años menos, calza un mameluco de trabajo, se mezcla entre el personal y trajina la fábrica como si fuera un supervisor de planta en vez de lo que realmente es; la cabeza de una de las empresas más importantes y pujantes de Tandil.
Los concejales concurrieron para conocer el panorama de las empresas relacionadas con la metalurgia, algo que Malignani puede transmitirles con claridad.
“La situación está decayendo y existe nuevamente el peligro de pérdida de competitividad”, diagnosticó el empresario.
Tras la devaluación se produjo una explosión de trabajo y el sector resurgió con fuerza, empujado por el tipo de cambio elevado que les daba a las empresas locales la posibilidad de competir en el mercado externo.
Pero mientras el dólar se estabilizó en torno a los tres pesos y quedó más o menos igual, los costos derivados de la inflación, incluyendo los salarios del personal, son cada vez más altos y la rentabilidad se acota rápidamente.
Un ejemplo de ello es que la fábrica Villa, que construía los conocidos motores para cortadoras de césped, dejó de producir al perder competitividad a manos del mercado asiático.
“Ahora directamente compra las partes en Asia y en sus talleres solamente arma los motores”, explicó Malignani, que en sus plantas aún fabrica algunas piezas para repuesto de los motores Villa.
Otro de los problemas que debió afrontar el sector fue el conflicto entre el gobierno nacional y la corporación agropecuaria, “que prácticamente nos tuvo paralizados durante un par de meses”, explica Malignani, pero aclaró que “mantuvimos a todo el personal, aunque se nos hizo cuesta arriba”.
El empresario acotó más adelante “la gente que trabaja es lo último que uno debe tocar cuando las cosas van mal; nosotros pudimos aguantar la crisis de 2001 sin despidos, pero en esa época, como tantos otros, casi perdemos la empresa”.
La falta de crédito también es un freno para la actividad, pero hay situaciones inéditas: “En nuestro caso, tenemos otorgado un préstamo del Banco Provincia, pero la entidad no tiene el dinero para entregárnoslo”.

VISITA GUIADA
Malignani junto a los concejales recorrió la planta, donde la fabricación de noyos y motas ocupa el 70% del espacio productivo, con sistemas Shell Moulding, Hot y Cold Box y No Blake, con sus respectivas líneas de preparación y ensamble.
La producción de metal líquido se realiza normalmente con un horno eléctrico Ajax de 850 KVA, con posibilidad de trabajar con 1500 Kg. de metal en cada cuba y un horno de cubilote con capacidad para dos toneladas por hora.
La calidad del metal producido es controlada constantemente por un equipo Carbomax y un espectrómetro Baird Spectrovac 2000.
El especialista que opera ese instrumento explicó: “vamos tomando muestras del metal que fundimos y lo controlamos con esta máquina, que nos dice cuál es la calidad y si falta o sobra algún porcentaje de material para que la aleación sea óptima”.
Esto permite obtener calidad homogénea en las piezas (ISO 9001:2000) y satisfacer las demandas del mercado internacional..
A esto se suman modernas máquinas brasileras e italianas, que permiten elevar la calidad de las piezas producidas y aumentar la productividad a través de rutinas de automatización.
La variedad de piezas en bruto logradas en Fungris es enviada luego a Fénix Tandil, una empresa subsidiaria a cargo de Esteban Malignani, que realiza el mecanizado y entrega los productos al mercado de reposición autopartista nacional e internacional, de acuerdo a controles de calidad muy estrictos.
En la segunda planta, Frolik, Colombo, Palacios y Condino tuvieron la posibilidad de apreciar cómo se trabaja en el mecanizado de enormes piezas que serán enviadas a los Estados Unidos para motores de barcos.

DE CARA AL FUTURO
Antes de partir hacia la planta que se construye en el Parque Industrial, Malignani le explicó a Condino, presidenta de la Comisión de Producción Trabajo y Medioambiente, que están llevando a cabo experiencias para reciclar la arena que se utiliza en la construcción de piezas metalúrgicas.
Los moldes están hechos con arena de río, filtrada milimétricamente por una máquina especial, pero luego del proceso industrial que culmina con la fabricación de la pieza, esa arena se convierte en un problema para el medioambiente.
“Pero ya firmamos un convenio con la Unicen para estudiar la factibilidad de desarrollar ladrillos y bloques para la construcción”, adelantó el empresario y exhibió algunos que ya fabricaron a partir de la arena de los noyos reciclada.
Condino señaló que “lo único que resta es determinar, a través del estudio que se está llevando a cabo, que proporción de arena reciclada, cemento y estabilizado se debe emplear para garantizar que el material contaminante deje de ser peligroso para el medioambiente”.
Finalmente, Malignani cerró el tour con una visita a la nueva planta, que primero convivirá con la histórica de avenida Del Valle, aunque ésta cerrará definitivamente en el término de dos años para centralizar las actividades en el Parque Industrial.

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