Un anunciado escrache del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Tandil), en medio de un reclamo salarial de alcance nacional, derivó en la aprehensión de un grupo de gremialistas en la madrugada de ayer, los que estuvieron alojados en una dependencia policial por espacio de algunas horas, según confirmaron fuentes de Smata.
Los sindicalistas fueron retenidos por la Policía en la esquina de Avellaneda y Buzón, donde funciona la concesionaria “Uzcudun S.A.”, automotriz que representa a la marca “Toyota” en nuestra ciudad.
Como se indicó en la edición del martes, además de un paro por cuatro horas que culminó ayer, Smata había adelantado que aparecerían sorpresivamente pintadas y afiches en las vidrieras de las firmas que comercializan vehículos en el distrito. Pero si bien se desconocía la hora y los lugares en que harían sentir la protesta, fueron divisados por un patrullero pasada la medianoche, en esa intersección que registra amplio movimiento nocturno por la actividad del Casino.
Según indicó César Trapote, líder del gremio en Tandil, la Policía estaba informada por la cámara que nuclea a las concesionarias, por lo que desde que empezaron la recorrida, en automóviles de Smata, habían sido “cruzados” varias veces por unidades móviles de la fuerza.
En ese marco, el dirigente sindical fustigó la celeridad de los uniformados para detener a “trabajadores que están llevando adelante un reclamo salarial”, que “si fuera la misma para combatir la delincuencia, habría menos inseguridad en la ciudad”, cuestionó Trapote desde el malestar.
“Fuimos con aerosoles y afiches para hacer una pegatina pero Uzcudun dio aviso a la Policía, nos siguieron y nos aprehendieron, parecía que estábamos en un cartel de droga, por el operativo de seis patrulleros que llegaron al lugar”, se quejó el referente de Smata ante la espectacularidad del movimiento policial.

“SE LLENAN DE PLATA”
“Estábamos a cara descubierta, somos personas de Tandil y nos conocemos todos”, ahondó Trapote para justificar la protesta contra “las concesionarias que se están llenando de plata y los empleados cobran muy mal, eso quisimos hacer ver a la población”, destacó Trapote en diálogo con el programa “Cada Mañana”, de AM 1560 Tandil.
Más tarde Trapote atribuyó el operativo policial a “algo orquestado por la asociación de concesionarias”, justamente, el sector patronal al que reclaman una suba de sueldos del 50 por ciento.
Los aprehendidos fueron liberados pasadas las 4.30, al tiempo que “nos atendieron muy bien pero no nos dieron nada para tomar”, dijo para descontracturar la situación el secretario del gremio tras su paso por la seccional de Policía.
Tras el episodio, los sindicalistas se reunieron en la sede de la entidad para evaluar los pasos a seguir, en tanto evaluaban emitir un comunicado a la prensa en repudio a lo que consideran un derecho a protestar afectado.
De todos modos, el ex concejal del PJ también admitió que los miembros más jóvenes de Smata dejaron entrever su preocupación por lo sucedido, por lo que se iba a medir de qué manera continuar con el reclamo.
Mañana, según lo previsto en toda la Argentina, el paro será general. El gremio exige un aumento de 50 por ciento pero estarían dispuestos a negociar un 35 por ciento para los primeros ocho meses de vigencia del acuerdo y el 15 por ciento restante, distribuido en el resto del año. Sin embargo, los dueños de las concesionarias insisten con su contraoferta de 20 por ciento para los primeros 8 meses que fue rechazada. Los trabajadores además de la recomposición salarial, piden la actualización del convenio que hoy está caído, e incluir en la discusión las categorías y algunos beneficios que resignaron parcialmente, a pedido de los dueños durante la crisis, como el bono vacacional de 150 horas que aceptaron reducir a fin de evitar despidos y suspensiones de personal.