Los papás de Rolando Ariel Sotes, el joven que murió en la Seccional Segunda a principios de 2005, esperan con “expectativas” el juicio oral y público que llevará al estrado a dos policías procesados por “apremios ilegales”.
Néstor Sotes, padre del azuleño fallecido en la Comisaría de avenida Colón, reiteró a LA VOZ su reclamo de Justicia luego de que el pasado 7 de julio, se ordenara una nueva pericia planimétrica en las instalaciones policiales, a pedido de los abogados querellantes.
Si bien se especulaba con que el debate se desarrollaría en el primer semestre de este año, todo indicaría que el día de comienzo del juicio se conocerá luego de la feria judicial, y no se descarta que se postergue para 2009.
Según se adelantó, el período de Feria Judicial en la Administración de Justicia de la Provincia de Buenos Aires comienza hoy y se prolongará hasta el 8 de agosto, inclusive.
Cabe señalar que si bien el expediente ya contaba con pericias en que se procuraba establecer si los reclusos que estaban alojados en la Comisaría pudieron observar los hechos de violencia policial contra Sotes, que habrían tenido lugar en el patio, se solicitó a comienzos de mes una nueva diligencia, en la que estuvo presente el abogado querellante, doctor Manuel Marañon. Así se avanza en finalizar la etapa de instrucción suplementaria.
“Nosotros esperamos que esto no se demore demasiado”, fueron las palabras del entorno del papá de la víctima sobre la instancia en que los uniformados, todavía en funciones, comparezcan ante el juez frente a la mirada de los familiares.
El doctor Carlos Alberto Pocorena, titular del Juzgado Correccional Nº 1, tendrá en sus manos hacer Justicia en torno a la presunta responsabilidad de los ya apartados policías Juan Andrés Yeffal (imputado por apremios) y Reynaldo Fernández (a quien se le endilgan apremios y vejaciones).
De acuerdo a lo que trascendió extraoficialmente, Yeffal estaría prestando servicios en la Policía de Mar del Plata.

Condimento histórico
Por primera vez en Tandil, integrantes de las fuerzas del orden llegarán al banquillo de los acusados por la supuesta implementación de violencia física sobre un recluso, instancia que llegará tras un incansable grito de “Justicia” por parte de la familia Sotes, quien murió en enero de 2005 por razones aún no esclarecidas.
El año pasado se supo que el juez Pocorena solicitó filmaciones, croquis, libro de guardia y registro de llamadas telefónicas que se desprenden de la instrucción.
Médicos, peritos, particulares, efectivos y detenidos brindarán testimonio de acuerdo a lo solicitado por la querella, la defensa y el fiscal, culminada la instrucción suplementaria, donde entre otros elementos se tendrán en cuenta las pericias planimétricas en el escenario donde habrían ocurrido –según el expediente- los episodios de los que fuera víctima Sotes.
Al menos cuatro detenidos que estuvieron en la seccional el día en que se habrían sucedido los apremios, dijeron ver como Yeffal (por entonces capitán de la repartición) y Fernández golpearon a Sotes en el sector trasero de la comisaría, testimonios que merecieron la acusación por parte del fiscal.
El desenlace del juicio, sea este con una condena o –en su defecto- la absolución, además de las consecuencias penales también rebotará en la situación de los acusados dentro de la institución policial, de la cual fueron puestos en disponibilidad por parte del Ministerio de Seguridad, a instancias de Asuntos Internos. Así, un fallo favorable podría devenir en la continuidad en la fuerza, lo que se descartaría en caso de un revés judicial.
El juicio será seguido con atención por Organismos de Derechos Humanos que vienen acompañando el pedido de la familia.