21/10/2008

Espectáculos y sociales

Hace 20 años se inauguraba la Escuela Superior de Teatro

Un día como hoy, pero de 1988, la Universidad Nacional del Centro vio nacer a la Escuela Superior de Teatro, y con un acto titulado “20 años en escena”, la institución, que luego alcanzó el status de Facultad de Arte, celebrará el aniversario a las 19 en el Aula Maga de Pinto y Chacabuco.
La licenciada Liliana Iriondo, titular de la cátedra de Historia del Teatro Argentino, viajó en retrospectiva dos décadas atrás, y en conversación con LA VOZ, destacó aquel “equipo de gente, integrado por María Elsa Chapato, Augusto Galeota y Carlos Catalano y luego Miros Martelli, que armó un proyecto donde se fundamentó porqué había que estudiar arte y teatro en la Universidad”.
Desde 2002, la Escuela Superior alcanzó el rango de Facultad. Pero todo surgió en octubre del 88´. Además de Catalano (director), las autoridades de aquella época fueron Analía Errobiddart (secretaria académica) y los docentes Patricia Labombarda, Adriana Calvar, Augusto Galeota e Iriondo, como parte de un Consejo Asesor Provisorio, instancia que también conformaban varios alumnos.
“Cualquier institución tiene una cabeza visible, pero quienes trabajan y sostienen esto desde el comienzo son muchas personas”, añadió sobre los pilares de una idea importante para la comunidad universitaria.
La génesis de la Escuela Superior de Teatro se dio en un contexto histórico marcado a fuego por la salida de la última dictadura militar. “En los 70´ había experiencias muy interesantes, como las vinculadas a la corriente de Stalisnaski y el absurdo, cuando en Tandil el teatro era vocacional e independiente, y esas cosas no se conocían. Hoy está más difundida. Hubo una Escuela Municipal de Teatro que se cerró en el añ 1976 con la dictadura”.

Crecimiento
En el 79´ Catalano lanzó un curso, hasta el momento sin unidad académica “pensando en la comunidad”. Hasta que llegó la democracia y se pensó en una Escuela Superior de Teatro, que si bien no tenía el rango de facultad, podía abrir un espacio para investigar y pensar el teatro desde líneas teóricas como Stalisnaski, el teatro del absurdo y un concepto donde la actuación se podía “enseñar y aprender”.
Eras poco más de 20 alumnos. Los pioneros de la carrera tampoco dejaron de lado la salida laboral como un objetivo, y para contrarrestar la percepción de un estudiante de teatro sin inserción en el mercado productivo, que les permita subsistir, decidieron implementar el área pedagógica. “Se pensó en un título intermedio, como Intérprete Dramático y Profesor de Juegos Dramáticos, viendo al teatro como un medio y no un fin”.
La carrera también miró con atención lo que sucedía en las universidades de Tucumán, Mendoza y Córdoba, preexistentes a la de Tandil.
Hoy la Facultad de Arte de la Unicen cuenta con 72 docentes, 9 no docentes y 380 alumnos.
Pero además del eje vinculado específicamente al teatro y el de educación, existe un punto importante en la investigación: “todo esto está cruzado entre las áreas. El alumno que viene no viene solamente a aprender a expresarse artísticamente sino también a reflexionar sobre ese propio hacer. La Facultad cuenta con dos publicaciones de investigación: ´El Peldaño´ y ´La Escalera´”.
“La escuela es un proyecto colectivo que involucra a un grupo de gente que lo sostiene”, remarcó la entrevistada.
Luego valoró la última carrera que sumó la Facultad: “Realización Integral de Artes Audiovisuales”, ya que “permitió el ingreso de un bagaje de alumnos con capacidad técnica y elaboración intelectual sobre el cine muy interesante”.

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