27/05/2008

Locales

Cinco en una moto: cuatro menores y ningún casco

Viernes húmedo y lluvioso en Tandil. Se acerca el mediodía, y hay caos en las inmediaciones de las escuelas, un paisaje constante. El ingreso y egreso de menores se hace a ritmo verteginoso, desordenado y la circulación vial va a paso de tortuga en las calles cercanas al colegio.
El flujo de movimiento se hace en autos particulares, combis, colectivos, bicicletas y motos. En la esquina de 9 de julio y Arana, aparece frente al móvil del diario una imagen que símboliza la imprudencia, irracionalidad y ausencia de control totales. Cinco personas a bordo de una moto, cuatro de ellas menores, y ningún casco. Un cuadro temerario e irracional. Si un agente de Tránsito lo hubiese detectado, serían múltiples las causas de multa. A la señora que maneja no le quedaron infracciones por cometer. Encima, una jornada lluviosa había dejado el asfalto mojado, un coctel especial para que en cuestión de segundos, cualquier situación produzca la caída o el choque que tanto dolor trae después. Una foto del desfasaje educativo y social enquistado en la población en su conjunto. Pagar un transporte privado es harto dificultoso de sostener para la mayoría de los papas. Pero poner en riesgo a los chicos, hacinando los cuerpitos en un asiento de ciclomotor, connota una pérdida del valor racionalidad que será dificil recuperar.

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