María Irigoyen ya ganó dos partidos y se instaló en los cuartos de final del torneo Challenger que con premios por 25 mil dólares y puntos para el ranking de la WTA se está celebrando en Roma, Italia.
La tenista tandilense que ocupa el lugar 285 del escalafón internacional femenino y que la semana pasada quedó eliminada en los octavos del similar de La Coruña, España, largó en el certamen italiano superando categóricamente a la local Alice Moroni por un doble 6/1.
Ayer la racha positiva se prolongó e Irigoyen sacó pasaje a cuartos de final al derrotar con parciales de 6/0 y 6/2 a la también italiana Carolina Pillot, de modo que ahora buscará arribar a semifinales. Para conseguirlo, deberá imponerse a Elisa Bálsamo -otra de Italia- que entregó una de las sorpresas del torneo al eliminar a la principal clasificada, Valentina Sulpizio.
Irigoyen que en la presente temporada se adjudicó cuatro títulos a nivel de Future y que semanas atrás llegó hasta semifinales en el Challenger de Montpellier, Francia, aspira emular esa marca en Roma. Si consigue ganarle a Bálsamo, se cruzará por un lugar en la definición con la vencedora de la eliminatoria entre la española Eloisa Compostizo y la italiana Federica Quercia.

NUEVO FESTEJO EN DOBLES
No debe pasarse por alto que María Irigoyen, mientras se afana por consolidarse en su carrera individual, también ha vuelto a trascender en la prueba de dobles. La semana pasada en La Coruña sumó otro título, el segundo a nivel Challenger en Europa. Ya había ganado en Francia (en pareja con la cordobesa Jorgelina Cravero, en Mont de Marsan) y ahora en compañía de la rafaelina Florencia Molinero, se adjudicó el torneo gallego de la especialidad al vencer en la final al binomio integrado por la rusa Vesna Manasieva y la bielorrusa Ksenia Milevskaya 6/2 y 6/4.
No deberá soslayarse que con anterioridad, este año, fue campeona jugando dobles -con Carla Beltrami- en los torneos Future de Lima, Perú y en Villa María, Córdoba.