Una vecina que reside en Paraguay al 1000 denunció ante el Concejo Deliberante que el director de Servicios del Municipio condicionó el cumplimiento de la recolección de residuos en su casa al pago de los impuestos, queja que pasó a la Comisión de Derechos Humanos del Deliberativo.
La mujer, por escrito, alegó que Lino Fernández le preguntó “si yo pagaba los impuestos para merecer que se recoja la basura en mi casa”.
El hecho se inició el 16 del corriente, cuando Paula Bosco Hermosí le comunicó a un empleado de la dependencia que el camión no pasaba por su domicilio, y que “los recorridos de los días lunes, miércoles y viernes llega hasta el 998 de Paraguay, donde vive mi hermana y su familia”.
Cuando la señora empezó a acumular bolsas de basura en su casa, se quejó porque “es antihigiénico e insalubre, además de desagradable, para mi hijita de un año y para mí”.
De todos modos, según el relato de Bosco un empleado se mostró predispuesto a extender el recorrido, pero unos días después, el rodado municipal dejó de pasar. De acuerdo a la vecina, Fernández le alertó: “vamos a hablar con propiedad”, y me preguntó “si yo pagaba impuestos para merecer que se recoja la basura de mi casa, y si lo hacían mi hermana y los otros vecinos”.

DURA ACUSACIÓN
“Para que sepas, para hacer un reclamo me tenés que traer el comprobante de pago”, habría argumentado el funcionario.
Según consta en la carta que tienen los concejales, el titular de la repartición con sede en avenida Santamarina aclaró que “hora mismo voy a comunicarme con Catastro para averiguar, y que si mi hermana no los pagaba ya mismo suspendía la recolección de basura en su casa”.
“En ese barrio hay una manga de vivos que no paga impuestos” y que “por eso se les retira la basura sólo tres veces por semana por lo que deberían estar agradecidos”, le adjudicó Bosco a Lino Fernández.
“Avisale a tu hermana y a tus vecinos que si no pagan se olviden del camión”, especificó la mujer sobre los supuestos dichos del funcionario.
“Me dijo que si no pago traiga la basura al corralón o la queme, como más me guste”, todo lo cual “profirió humillándome con su tono grosero, violento, autoritario y despectivo”.
Posteriormente, Bosco reconoció: “soy pobre, uno de los muchos no alcanzados por los índices de descenso de la desocupación y pobreza. No tributo porque no puedo, no porque no quiero”.
La nota entró en el orden del día de la pasada sesión ordinaria del HCD, y pasó a la discusión en Comisión.