27/04/2008

Locales

Pasantías: ¿Oportunidad laboral o trabajo en negro?

Las pasantías surgieron con la intención de que los estudiantes universitarios avanzados, puedan hacer en la práctica lo que habían aprendido durante su carrera y a la vez se perfeccionaran antes de recibirse. Sin embargo, el oportunismo de algunos empresarios hizo que hoy sea una manera de tener un empleado con menos sueldo y sin aportes.
En esta forma de trabajo, si bien existe una cadena de responsabilidades, basadas en la falta de controles por parte del Estado y por empleadores que buscan sacar ventaja, cabe destacar que el mayor perjudicado es el alumno. Es el estudiante quien por su necesidad de pagarse los estudios, en la mayoría de los casos se ve obligado a aceptar cualquier oferta de trabajo, porque sino corre el riesgo de abandonar su carrera universitaria.
De acuerdo a lo señalado por el secretario de Bienestar Universitario de la Unicen, Marcos Lavandera, en nuestra ciudad la Casa de Altos Estudios tiene firmados 192 convenios con empresas. Dicha cifra arroja un total de 372 pasantes que actualmente están distribuidos en el área de influencia de la Unicen.
Si bien podría indicarse que estas casi cuatrocientas pasantías resultarían un número menor en una población universitaria de casi 12 mil alumnos que tiene la Unicen, la preocupación es mucha a tal punto que las autoridades por estas horas se encuentran trabajando con el fin de regularizarla y, en ese marco, están dispuestas a visitar a cada pasante para ver si su empleador cumple con lo que marca la Ley.
Para conocer de qué se trata el tema y cuál es la situación, en primer lugar es necesario conocer que una pasantía es un vínculo entre un estudiante y una empresa para reforzar la formación universitaria y, para eso, tendría que tener un contenido académico que permita aplicar en la práctica lo que aprendió durante su carrera. Los beneficiarios deben ser estudiantes avanzados y el trabajo debe tener una relación determinada con la carrera que se está cursando. Mientras que, por último, debe hacerla al lado de un tutor que debe ser un docente y tiene una duración determinada.
De lo señalado anteriormente y por lo visto en el mercado laboral, son muy pocos los empresarios que cumplen con lo que marca la Ley. Sin embargo, todo este panorama es simplemente una sensación ya que no existe un registro único de pasantes y de empresas que se hayan sumado a éste sistema.
Esta situación se generó, entre otras cosas, a partir que cada una de las facultades de la Unicen en los últimos años firmó por su cuenta los convenios por las empresas. Esta gran diversificación causó que actualmente no se conozca con exactitud cuál es el panorama real. Por eso, por estos días la Unicen está centralizando toda la información en su Secretaría de Bienestar, con el fin de aunar criterios y luego poder salir a censar a cada uno de los pasantes para conocer cuál es su realidad.
Con este trabajo, en todo momento se está tratando de proteger al empleado, que en este caso, en su gran mayoría, son estudiantes que buscan desesperadamente un trabajo para no tener que dejar su carrera. Lo que se busca es dar con aquel empleador que no cumple con la Ley, ya que a algunos estudiantes se les está haciendo hacer tareas que nada tienen que ver con su carrera, se les paga un sueldo que ronda los 600 pesos promedio, se exceden en los plazos, no se hacen aportes y se está fomentando el trabajo en negro.
Al ser consultado el secretario de Bienestar Universitario, Marcos Lavandera, sobre cuáles eran los motivos que habían generado la situación actual, señaló que “después de la crisis se fue como tergiversando la Ley de pasantías, lo que generó que algo pensado como un refuerzo en el estudio, terminó siendo una salida laboral. Esto generó un espiral para el sistema en donde las empresas terminan viendo en la pasantía un recurso laboral humano, formado, capacitado y de menor costo”.
Para regularizar esta situación, día atrás en la Unicen se presentó un proyecto que pretende centralizar toda la información. Esto va a permitir contar con una gestión descentralizada, pero con información centralizada. A partir de ahí, además, se lanzarán políticas nuevas para mejorar el sistema.

El sistema de pasantías está “desvirtuado”
Con respecto al papel de la Universidad, el secretario de Bienestar Universitario, Marcos Lavandera, destacó: “somos conscientes que el sistema de pasantías está desvirtuado”. Por eso se lanzó un trabajo teniente a recabar toda la información para poder regularizar el sistema.
De todas formas, sin necesidad de ningún relevamiento se pueden discutir las horas trabajadas por los alumnos, la tarea que desarrolla y hasta la remuneración que percibe. Lo que sí está claro, es que ese docente tutor que debe acompañar al estudiante para darle su plan de trabajo correspondiente “no existe”. Solamente con este punto, queda claro que las pasantías no cumplen con la función para las que fueron creadas.
Todo esto ha generado que la pasantía se haya naturalizado como una alternativa laboral, algo que está muy lejos del fin perseguido. En este cambio las autoridades son muy cuidadosas ya que es cierto que los estudiantes necesitan trabajar para poder solventarse la carrera y por eso no se pretende perjudicar al eslabón más débil de esta cadena, como es el joven que acepta trabajar a cualquier costo para no abandonar sus estudios.
Para esto último, se busca encontrar una figura alternativa de vinculación laboral, que le signifique un beneficio para todos los sectores. En un momento se implementó a nivel nacional un programa que se llamó “Empleo Joven” y que buscó darle cobertura a los estudiantes que necesitan trabajar, protegidos por todas las leyes laborales.
En definitiva, Marcos Lavandera, destacó la preocupación respecto a la situación de muchos pasantes en nuestra ciudad, generada por muchos años en donde por miedo a dejar al estudiante sin trabajo no se hizo nada. Por eso, una vez que se centralice la información y se conozca a ciencia cierta que sucede con cada pasante, se podrá conocer quienes son aquellos que se aprovechan de una Ley para fomentar trabajo en negro.

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