26/01/2009

Locales

“Este absolutismo mágico ya empezó a generar rechazos en la comunidad”

Es enero, y la actividad legislativa local parece estar supeditada a mejorar tiempos. Ya aún resuenan los redoblantes de la última sesión a pura polémica, por un nuevo incremento de boleto de colectivo. Los bloques están en plena refacciones (no se dará la mudanza pretendida por Frolik), y las miserias empiezan a florecer. Que una oficina más grande, que un despacho individual, etc.etc.
Cual supervisor de obra, se encuentra el concejal Carlos Mansilla, el chico malo para el oficialismo. Tal vez después del senador Néstor Auza, quien más dolores de cabeza la ha generado a Lunghi y compañía. En medio de una mañana calurosa, el edil acepta un extenso diálogo con LA VOZ DE TANDIL, y analizar el pasado, presente y futuro del cuerpo del que él forma parte y que justamente no goza del prestigio por el cual él como los otros 19 pares suelen ingresar cual desafío a la historia.
“Yo cuando pisé el Concejo me encontré con el tesorero muerto, suicidado, y pensé que en Tandil no había corrupción. Fue difícil, sólo con perseverancia lo logramos superar. Por lo menos a mí el tema no me desbordó. Lo tengo clarito: no se quiere investigar. Y la política jugó su carta más sucia. Incluso con una tragedia. Por eso tiene que haber control, y ese control lo debe ejercer el HCD. Si no, seguimos comprando sanwich de milanesas, como figuraban en las facturas de tesorería”. Así de tajante, irónico, cruel, resultará la charla con el justicialista que está cumpliendo su último año en la banca de la oposición.
“Abajate del caballo, le decían a uno. Bueno, a mi me ha tocado este tiempo, creo que aportamos. Y creo que Tandil está para más. Cuando me tocó hacer campaña contra Cacho Equiza, la UCR, con un logo muy chiquito, decía más Lunghi. Bueno, hemos tenido más Lunghi, y no alcanza con Lunghi. Tiene cosas buenas, e incluso ha sido muy hábil muy pícaro para obtener obras millonarias. Pero una cosa es más Lunghi y otra cosa, todo Lunghi. Eso es lo que se va a discutir a fin de año”, proyectó un Carlos Mansilla auténtico, dispuesto a reconocer errores pero firme en defender el rol que les tocó ejercer.
-¿Desde su rol logró bajarlo del caballo alguna vez?
-A mi me llamaron una vez por teléfono y tuvimos una reunión. Ni bien se bajaron del caballo nos pusimos de acuerdo. A mi me da tortícolis mirar todo el tiempo hacia arriba. También he estado arriba del caballo y sé cuando bajarse. Siempre hay que bajarse antes que te lo pidan. Hoy ya hay otros jinetes, y lo que aspiro es a poder promover más todavía.

EL APOSTOLADO
A modo de respuesta a lo que desde éstas páginas se abordó acerca de la función de los concejales en el último tiempo, especialmente con una mayoría oficialista, Mansilla reconoció que “es cierto aquello del apostolado en el HCd, los vecinos te lo dicen, cuando vienen a peticionar algo y notan el filtro que hay. Esa sensación de que el HCD toca solamente lo que el Ejecutivo quiere, y el Ejecutivo quiere lo que solamente el señor intendente quiere. Esa señal, ese signo de los tiempos es precisamente esto”.
Agregó que “cuando se habla que el Concejo es la caja de resonancia, es cierto, de alguna manera está la mayorías que la integran. A mi me parece que esta mayoría que hoy nos toca ha sido perjudicial al funcionamiento de Tandil”.
Criticó con firmeza la presidencia del doctor Juan Pablo Frolik. “Hemos vivido en esta año de nueva conducción del Concejo decisiones apresuradas, inconsultas, y que luego incluso terminan siendo modificadas. Hoy, por suerte, los vecinos del plan de pavimentación van a empezar a pagar la mitad de lo que vinieron pagando este año, y eso por un capricho, una negligencia o error del bloque de la UCR. Nos dijeron que no y ahora, por suerte admitieron el yerro. Con la tasa unificada de la actividad económica pasa lo mismo”.
Para Mansilla, “la política municipal está muy pendiente de lo que sale en los diarios o de lo que se comenta. De lo que no se habla no se trabaja. Nosotros hemos logrado que se hablara de algunos temas consecuentemente se pusieron a trabajar con estas modificaciones con criterios diferentes”.
“El otro día aquí –recordó- a los empujones de nuevo con el aumento del incremento de colectivo. Realmente es vergonzoso. Ya nos pasó el año pasado y dijimos que no repetiríamos lo mismo, y nos pasó”.

OPOSICION LOCAL Y
OFICIALISMO NACIONAL
-¿No se desdibuja la oposición en ciertos asuntos, por ejemplo el aumento del boleto, cuando esos temas surgen a partir de incrementos propiciados por Nación y Provincia, justamente del color político que ustedes representan?
-A mi con este de compararnos con Nación y Provincia estos chicos (radicales) me tienen algo...cansado.
Las concesiones del transporte público son municipales y la política es municipal. La Nación subsidia al transporte. La Provincia tiene a cargo el transporte que va de partido a partido, el municipio debe regular su jurisdicción. Yo estoy a favor del subsidio municipal. El municipio poniendo plata para que haya un transporte público. O sea, de la misma manera que hay un subsidio nacional, que lo haya a nivel municipal. Hagamos cargo de algo, o por lo menos debatámoslo, y no en cuatro días resolverlo, y a las trompadas.
-Tal vez políticamente este tiempo les resulta redituable finalmente. El oficialismo ya no tiene excusas, no le puede echar la culpa a la oposición que no deja gobernar...
-Es una mirada interesante, la realidad va marcando las cosas. Hasta que no se vive el resto son elucubraciones. En todo este tiempo he estado con muchos legisladores, intendentes de la provincia y muchos me reconocen que sus mejores años de gobierno fueron cuando no manejaban el HCD. Y lo decían desde dos aspectos. En la necesidad de buscar un consenso básico y segundo porque internamente el partido tenía algo que hacer, entre comillas tenía un contrincante.
Entonces cuando el Concejo no sirve de equilibrio pasan algunas cosas extrañas. Simplemente pasa la poca autoestima de los propios concejales oficialistas y el menosprecio a la actividad legislativa, a la institución. Repartimos el aumento de tasas antes que el HCD lo vote, total, el Concejo lo va a votar.
Nosotros lo votamos a Frolik como presidente del cuerpo porque pensamos que iba a formar parte de un equilibrio y dejar la confrontación del clima que veníamos en la conformación anterior. Pensamos también que iba a respetar a los bloque minoritarios y realmente ha sido una decepción.

Marineros
-Pero ese mojón no contó con la adhesión popular, no tuvo su correlato en el plano electoral. Lunghi logró en las urnas un triunfo histórico...
-Es difícil de medir cuál es la motivación del votante, seguramente responde a múltiples razones.
-Bueno, pero algunos concejales protagonistas de dichos mojones incluso fueron ninguneados por su propio candidato. Nombrarlos era mala palabra, se los excluyó de cualquier nueva construcción...
-Sí, no querían cierta imagen. A veces se prioriza una imagen cuando la gente es la misma. En realidad creo que el trabajo del concejal está más en resolver lo cotidiano y de plantar esos mojones. Si eso le gusta o no al vecino a la hora de votar, es muy difícil decirlo.
Me parece que no es lo mismo una elección legislativa, donde los candidatos son para este escenario, el Concejo, que cuando se elige por un Ejecutivo, donde lo que uno busca es el capitán del barco. Los concejales de ese intendente serían como los marineros. Todos vestiditos de la misma manera porque lo que importa es el capitán.
En una legislativa lo que se eligen son marineros, soldados o jugadores. Quizás ahora el perfil sea otro y quizás haya sido equivocada aquella decisión.
En esta elección que viene se va a discutir el rol de Concejo. Vamos a tener dos Concejos, el que obedece sistemáticamente al intendente y no modifica una coma, el de la sesión de noche y a las apuradas, y el otro concejo, el que recibió una presión infernal por parte del Ejecutivo para torcerle un brazo, y creo que terminamos dignamente y plantamos lo mojones que habíamos consensuado plantar.
-En este contexto, ve con chances a la oposición y sacar un buen resultado electoral?
-Sí, totalmente. Porque ya empezó a ser visualizado lo perjudicial de esta actual conformación del HCD. Ya sea aquellos que ven a Tandil inmerso en un plano más general, como aquellos que solo ven a Tandil, también creen en la necesidad de un control, como así también que haya otra opción. Este absolutimos mágico o soñado, genera incluso dentro del radicalismo cierto rechazo.
El gobierno de Lunghi no va a tambalear porque pierda una elección, porque no va a perder la mayoría. Sería una catástrofe electoral si así lo fuera. Pero está claro que es necesario que haya cierto oxígeno. No se puede hacer cualquier cosa.
-¿Quiere seguir siendo marinero?
-Es difícil. Primero estoy tranquilo y contento por el rol que me tocó. Para mi que venía de la vereda de los pedían que se vayan todos, pasé al eslogan de yo me animo. A mi me gustaría que haya otros amigos que se animaran también. Hoy mi preocupación pasa por ver cómo hacemos para que más vecinos se animen, que participen.
También la respuesta a tu pregunta pasa por decir que no depende de mí. Y seguramente que otros piensen en eso más que uno mismo. A mi me ha gustado este trabajo, pero tampoco estoy dispuesto a que por una estrategia de imagen deje de hacer lo que tengo que hacer.

De venganzas y mojones
-Ha sido el chico malo para el Ejecutivo, incluso ante los ojos de una buena parte de la opinión pública...
-De algunos concejales del oficialismo siento como una venganza. Como que ahora están con el látigo, y es divertido en algún punto, porque yo me pregunto si siendo mayoría y estar gobernando la ciudad no hay cosas más importante que Mansilla. Me excitan en un punto también...
También analizo que en los dos años anteriores, en los que pudimos lograr un consenso que no resultó fácil porque había muchas voluntades de distintos orígenes partidarios, dejamos una huella en el sentido de valorizar la tarea legislativa. Hoy, veo, que algunos concejales están más pendientes de tomarse revancha de aquellos años que de hacer cosas positivas.
El rol que nos tocó aquel tiempo era de resolver. Los aumentos de tasas que el intendente pretendía para el 2006 finalmente los consensuamos en el 2007, y estoy totalmente orgulloso de eso. El FOS, que es la obra que le está dando agua y cloaca a los vecinos surgió en aquellos días.
Ese par de años me gustan tomarlos como si fuesen mojones en la historia municipal. La necesidad de que Tandil cuente con fondos específicos para agua, cloacas, es necesario. Bueno, estamos insistiendo con el de vivienda, pero lo niegan.

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