La tradicional afluencia de turistas y trabajadores del transporte que aceleraron los tiempos para llegar al festejo del fin de año rondó en los cánones regulares de “un día común”, aseveraron a este diario fuentes de la Policía Vial de Tandil.
El puesto policial, que recibe en forma permanente la estadística de ingresos y egresos a la ciudad mediante los datos que aporta la concesionaria Rutas al Sur, cuantificó el miércoles a la mañana un flujo de “543” rodados en dos horas, los que pagaron la tarifa en el peaje de La Vasconia.
“El 31 fue un día normal en cuanto a la circulación de autos, ya que por la mañana subió un poco el tránsito en la ruta, mientras que por la tarde mermó un poco y ayer volvió a recobrar el panorama regular”, evaluó el uniformado.
Cabe recalcar que de acuerdo a lo manifestado por distintos operadores turísticos, muchos turistas eligieron nuestro destino para celebrar la llegada de 2009.
Mayoritariamente, los visitantes se volcaron a las cabañas, aunque tanto en el sector para hotelero como desde los hoteles, coincidieron en señalar que el movimiento es menor al del año pasado.
Un reciente relevamiento de este diario, en las cabañas quedaron muy pocos lugares disponibles.
Por su parte, en el sector hotelero las reservas son dispares ya que, por ejemplo, hay lugares en donde casi no había alojamiento mientras que otros registraron un panorama poco alentador para la actividad.
Los empresarios del turismo luego estimaron que el visitante promedio solicitó plazas hasta el domingo.
Esto hace que la situación “esté un tanto equilibrada respecto a años anteriores, ya que a menor cantidad de turistas la permanencia será por más tiempo en nuestra ciudad”.
Los distintos operadores agregaron que los turistas que eligen nuestra ciudad para descansar durante en ese período, en su gran mayoría, son familias provenientes de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
En todos los casos, indicaron que en comparación con Navidad hubo una mayor cantidad de clientes.
Esta diferencia de número se debe a que la gente que vino para Nochebuena -por lo general- tiene familia en Tandil, en tanto las que arribaron para fin de año, en su mayoría, tuvieron que costear alojamiento.
Con respecto al panorama para el verano, debido a los interrogantes generados en torno a la economía, operadores turísticos coincidieron en señalar que por estas horas el nivel de reserva sea “muy dispar”.
Por ejemplo, hay complejos de cabañas que tienen más del 50 por ciento de las reservar agotadas para enero y hay otros que no llegan al 10 por ciento.
Esto se debe a que la gran mayoría de visitantes que confirmaron su llegada a Tandil son aquellos clientes tradicionales que suelen elegir nuestra ciudad para descansar.
En los hoteles el panorama es parecido, con importante disponibilidad de plazas. De todas formas, como el turismo de verano es aquel que prefiere pileta y se moviliza en familia, es común que los primeros lugares que agotan su capacidad para los meses de enero y febrero son las cabañas.