03/02/2009

Locales

RINCON TRADICIONALISTA: El cine y la tradición

POR ERNESTO SANGINETO

“Cada loco con su tema”, dice el dicho, pero la curiosidad y el afán de investigación dicen algunos que es signo de inteligencia y la verdad si lograra alguna vez meterme en este último grupo, estaría más que satisfecho, porque me apasiona este tema, que abordo todas las semanas tratando de informar e informarme y una de las maneras habiendo desaparecido como ya lo he comentado más de una vez la tarea campera en su más pura expresión y por ende los personajes que la representaban, solo queda ser invitado a una yerra en algún campo donde aún se conserven las viejas costumbres de enlazar y pialar, castrar a “fierro” o bolear un “choique” con el caballo en toda la furia y sino leer en antiguos libros el retrato de la vieja estancia argentina y sus integrantes, viviendo situaciones que se producían a diario y hoy serían verdaderas hazañas de valentía y coraje sin igual, vividas en aquellos tiempos por gauchos, estancieros y pobladores de nuestra pampa.
Pero hoy me quiero referir a una manifestación artística representativa sin duda de nuestra historia, antigua y contemporánea, que por sus posibilidades de llegada masiva a millones de personas tiene la capacidad de informar e ilustrar a la vez de entretener en temas tan caros a los sentimientos históricos de una nación. Buscando en un local de Villa Aguirre una película que ver, descubrí en un estante por supuesto el más alto y difícil de ver (tal es la demanda de estos temas en la actualidad) un DVD con la película “Martín Fierro” la que protagonizara Alfredo Alcón y fuera dirigida por Leopoldo Torre Nilsson, la obra inmortal de José Hernández. Verla y alquilarla fue todo uno, y aunque ya la había visto hace algún tiempo volver a disfrutarla en una excelente copia fue un verdadero regocijo, películas como esta, “La Guerra Gaucha” de Leopoldo Lugones dirigida por Lucas Demare , “Don Segundo Sombra” de Ricardo Güiraldes dirigida por Manuel Antín, “El ultimo perro” dirigida por Lucas Demare, “Santos Vega” de Ascasubi, “Horizontes de Piedra” de Atahualpa Yupanqui, “El romance de un Gaucho”, “Pampa Bárbara”, Facundo”, “Los isleros” , “Juan Moreira”, pudiendo disfrutar en ellas la actuación de iconos de nuestro cine nacional como Enrique Muiño, Francisco Petrone, Lautaro Murúa, Alfredo Alcón, Rodolfo Bebán, Ángel Magaña, Hugo del Carril, Walter Vidarte, Juan Carlos Lamas, actrices como Amelia Bence, Graciela Borges o Lidia Lamaisson, dieron vida a los personajes que representaban al gaucho y su vida cotidiana en la verdadera epopeya que vivió dando forma con su esfuerzo y su propia sangre a las bases de un país, aunque en algunas épocas fuese vilipendiado, olvidado y hasta desconocido por los “iluminados” de turno, que hicieron de él hasta una figura grotesca, asociándolo injustamente a la barbarie de un país y paralelamente no haciendo absolutamente nada desde los sillones del gobierno para cambiar situaciones sociales que obligaban a nuestro personaje ha vivir una miseria sin duda inmerecida.
Lo que realmente lamento es que en nuestro ambiente de la industria cinematográfica no se realicen más filmes de este tipo y calidad, que fueron un éxito de taquilla cuando se estrenaron y aun perduran en el tiempo.
Hollywood ganó miles de millones con sus películas de cowboys que no son ni más ni menos que los gauchos del norte y aún lo siguen haciendo ¿Por qué no acá? Tal vez preferimos las que nos muestran drogadicción, corrupción y malas palabras al por mayor que sin querer parecer pacato rayan indudablemente en el mal gusto a obras que gustan del revisionismo histórico y a la vez nos describen las aventuras (porque es lo que sin duda eran) de los primeros pobladores de nuestra patria, haciendo de su desarrollo un relato inteligente entretenido y agradable de ver. Los diálogos, vestuarios de época, pilchas gauchas y paisajes incomparables serían un imán más que atractivo para los amantes del buen cine y creo que también para los nostálgicos y tradicionalistas ansiosos de ver en la pantalla algo que los represente en forma fidedigna y veraz, para demostrar una vez más que el gaucho no a muerto ni mucho menos y que se mantiene vivo en el alma de cada criollo nacido en este suelo.
En la ilustración que acompaña la nota vemos una foto tomada aproximadamente en los años 20 del pasado siglo de Don Segundo Ramírez (Segundo Sombra), paisano conchabado en la estancia “La Porteña” de San Antonio de Areco en quien se inspiró Ricardo Güiraldes para escribir su inmortal libro homónimo llevado luego al cine por Manuel Antín.
Buenos amigos espero les haya gustado la nota los saludo y hasta la próxima.

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