Una encuesta lanzada por la Municipalidad a través de su página de Internet indica que más del 90 por ciento de los tandilenses utiliza el cinturón de seguridad al circular en sus vehículos, índice que contrarresta la “sensación térmica” que se detecta a diario en la calle y las infracciones que imponen regularmente los agentes de la Dirección de Tránsito.
Hace casi dos meses se implementó en el distrito la obligatoriedad de que todos los ocupantes de un rodado transiten con el cinturón colocado, aún cuando andan por la ciudad, medida que responde a una vieja legislación bonaerense que se decidió aplicar con firmeza en nuestro medio.
La web de la comuna, con su espacio dedicado al sondeo de opinión, marca que el “51 por ciento” de los votantes asegura haber usado la faja “desde siempre”, en tanto el “41 por ciento empezó a utilizarla” a partir de abril, cuando se empezaron a labrar multas a los incumplidores.
Por otro lado, sólo “el 5 por ciento” reconoció que “nunca lo usó” mientras que una última minoría, del “3 por ciento” asume ponerse el cinturón “cuando veo a los inspectores”.
De acuerdo a lo que pudo averiguar este diario, unas 150 personas participaron de la muestra.
Las consultas, que bien pueden ponerse a juicio de valor si se sopesa la sinceridad o no que ponen los encuestados a la hora de responder, y cuánto tienen de hipocresía las respuestas, pone al descubierto como la declamación del ciudadano común hacia el estar en sintonía con la ley a veces choca con la realidad cotidiana, donde no es dificultoso observar cómo conductores particulares y choferes de servicios público de transporte infringen esta norma que penaliza con el pago de “hasta 1.000 litros de nafta”.

Del optimismo a la realidad
“Creo que la repercusión será buena, porque venimos haciendo una fuerte difusión, con folletería y mediática, y además estamos velando por la seguridad de la gente. En Capital Federal todo el mundo usa cinturón, y Tandil debe decidirse a usarlo”, respondió Mario Montani en la antesala de la medida, evidenciando un fuerte optimismo por la respuesta de la gente.
De todas maneras, los hecho demostraron poco después que los propios informes oficiales daban como resultado “115 multas a conductores por no llevar colocado el cinturón de seguridad”, una cifra que sólo respondió a abril, y donde sólo se pone el acento en los automovilistas “cazados” por los agentes.
“Sí, soy optimista, porque las estadísticas indican que nos tenemos que cuidar. No podemos tener un policía o inspector por auto. Esto no se soluciona sólo con contralores o represión, sino con conciencia de la gente”, esbozó el funcionario para sostener la necesidad de profundizar la calidad educativa en materia vial.
Para Montani, “la gente se tiene que poner el cinturón de seguridad no por darme el gusto a mí o para que no lo infraccionen, sino por entender que se están cuidando”, concepto que pone a las claras lo graves que pueden resultar los accidentes de tránsito ante el no uso de la faja negra.
La utilización del cinturón reduce un 45 por ciento las muertes por accidente y su misión es retener a los ocupantes evitando que se golpeen contra el parabrisas, el tablero de instrumentos o salgan despedidos del coche.