14/07/2008

Locales

El enfrentamiento Auza-Mouillerón descoloca al justicialismo local

Con un justicialismo inquieto ante las consecuencias y fracturas que depare el conflicto que el Gobierno Nacional ha resuelto mantener con el sector rural, no resulta extraño vislumbrar cómo se alistan los dirigentes locales frente al nuevo escenario.
Cuando todavía es incierto el futuro que depare para aquellos referentes que han mostrado discrepancia con el kirchnerismo a la hora de resolver el grave incidente que mereció enfrentarse con el campo, empiezan a perfilarse discrepancias, distancias que hasta ayer intentaban disimularse, pero ahora, ante un escenario propicio de cara a perfilarse rumbo a nuevos capítulos eleccionarios, resultan hasta lógicos de emprender.
Así, los que integran el Frente para la Victoria en el pago chico ya empiezan a percibir el enfrentamiento que evidenciaron dos de sus máximos referentes, plasmado con mayor nitidez aquel recordado sábado en el que el gobernador Daniel Scioli inauguró el hospital de Niños y luego se topó con la catarsis justicialista tandilera.
Pero las consecuencias de aquellos encuentros (especialmente el desarrollado horas más tarde en Banco Provincia), no se guardaron allí. Hubo repercusiones que aún por éstas horas tratan de digerirse y marcan un escenario complejo a la hora del entramado que supone armar filas rumbo a los nuevos comicios.
Como anticipó este Diario en su edición dominical, el ejemplo más contundente del complejo panorama resulta la misiva que habría entregado el senador Néstor Auza a autoridades bonaerenses, en la que hizo clara alusión a sus diferencias para con el ex ministro Roberto Mouillerón.
Tal se informó, la carta que por estas horas recorre los pasillos de la legislatura bonaerense, alude al pensamiento auzista tras lo ocurrido en Tandil, cuando Scioli presidió el acto por la inauguración del Hospital de Niños y luego participó de un presunto virulento encuentro con referentes del justicialismo. Cabe consignar que tras la reunión con el mandatario bonaerense, los referentes peronistas se encontraron en el Banco Provincia y allí habría surgido voces disonantes contra el senador frente a su postura por el conflicto chacarero.
La carta fue dirigida al presidente del bloque del Frente para la Victoria –PJ, Osvaldo Goicochea, con copia al presidente del Senado bonaerense Alberto Balestrini y el vice presidente primero, Federico Scarabino, como al mismísimo Gobernador. Una de esas copias recayó en esta Redacción. La misiva no hace más que transparentar lo que se guardó con cierto recelo entre las filas justicialistas.

LA CARTA
A continuación, la carta textual que sin dudas marcará un antes y después de estos dos actores tandilenses de la estructura bonaerense que también marcan territorio en la ciudad de cara a los nuevos tiempos que se avecinan.
“En diversos medios periodísticos de la ciudad de Tandil, lugar donde resido, se da cuenta de la realización de una supuesta reunión convocada y encabezada por el señor Roberto Mouillerón, en la que usted estuvo presente, así como intendentes, legisladores y participantes de la comunidad política del lugar.
Debo manifestar que, y con el fin de entender mejor el móvil de la reunión, no obstante mi actual carácter de senador en representación de la 5° Sección electoral, no fui invitado a la misma”, escribe el legislador.
“Según lo manifestado –sigue- durante los saludos introductorios pronunciados por Mouillerón, se mencionó mi nombre, dando por sentado mi alejamiento del FpV, y el salto a algún otro supuesto grupo político. Supuestamente mi delito ha sido el pensar, ni siquiera distinto, sólo pensar”.
Continúa la misiva indicando que “debo manifestarle señor presidente, que no puedo dejar de exteriorizar mi perplejidad, por varias razones. La primera, creo la más original, es encontrar que un grupo de personas ajenas a la problemática local, de un mismo partido, y de especial jerarquía política (en su caso particular, presidente de bloque al que ambos pertenecemos), compartan o por ingenuidad participen, de la estrategia de algunos, quienes han demostrado a lo largo de su vida, poseer una legítima preponderancia para someter al fracaso más profundo y prolongado en el tiempo, del movimiento justicialista, en un lugar determinado, en este caso Tandil”.
Auza detalla que “dada su propia reflexión exteriorizada inmediatamente después del mensaje de Mouillerón, manifestando que Tandil tenía amigos del Gobernador y que ahora ya no están, según mi entender, haciendo abierta mención a mi persona, veo necesario aclararle, que continuo manteniendo amistad con el señor Gobernador, pero que jamás me verá ni él ni ustedes, alardeando y/o provocando situaciones públicas rallando con lo ridículo, a efectos de ganar la atención de alguien a quien tenemos que provocarle admiración por capacidades y no por lamentables actos consecuentes”.
“Finalmente –textualmente termina la carta-, no podrá usted esgrimir la remanida defensa de que lo sucedido es simple obra del destino, ya sabemos como se mueven aquellos a los que les cuesta gozar de la tranquilidad intelectual y moral del pensamiento propio y el discernimiento natural, que nos impone la construcción de espacios políticos verdaderos, auténticos, que nos permiten respirar el ambiente que algunos venimos queriendo generar desde hace algún tiempo”.
“Es curioso -dice- como se declaman lealtades, banderas partidarias, democracia, por personajes que haciendo un simple repaso de los actos desarrollados en sus propias vidas, lo demuestran patéticos, oportunistas, traicioneros y cobardes”.

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