31/12/2008

Locales

El municipio justificó la negativa a fiestas privadas de año nuevo

La comuna levantó en las últimas horas una alternativa recreativa que los jóvenes de Tandil tenían para este año nuevo, una fiesta privada al aire libre denominada “Tandil Paradise Fest”, que se iba a realizar en una quinta de la avenida Don Bosco, luego de que centenares de chicos se movilizaran al predio en Navidad.
Dicha restricción se extiende a todo tipo de eventos en lugares abiertos, según marcó a LA VOZ Roberto Martín, titular de Inspección General, funcionario que describió al pinar como un espacio sin habilitación ni medidas de seguridad para aglutinar un nutrido número de personas, mientras que “al cobrar entrada deja de ser una fiesta privada”, opinó.
Los organizadores, al parecer responsables de un delibery de bebidas, pegaron afiches publicitarios en la vía pública, donde se anunciaba la fiesta, “preparación previa que no hubo en Navidad”, donde la difusión se llevó a cabo por caminos más reservados, tanto que Inspección no se enteró, dijo Martín.
De acuerdo al funcionario, el propietario del inmueble “también fue engañado, porque le aseguraron que iban a entrar 50 personas y se multiplicó esa cifra varias veces”, explicó sobre lo ocurrido tras la noche buena.
“Al vender entradas se evaden impuestos, porque no troquelan. Al comprar la gente una entrada deja de ser una fiesta privada”, especificó para justiciar la necesidad de contralor.

“LUGARES INEPTOS”
Sobre los dispositivos que debe contar un organizador para realizar este tipo de encuentros, Martín mencionó “el permiso de bomberos, el respeto del límite de capacidad, la no venta de bebidas alcohólicas a menores, el pedido de habilitación municipal y una instalación acústica adecuada para no afectar a vecinos”.
Más tarde indicó que “en ese pinar se tira un cigarrillo al suelo y se puede incendiar todo”, mientras que hay una pileta que no está cercada.
“En Navidad hubo una fiesta que no conocíamos para 50 personas y terminaron metiendo mucho más”, insistió.
Criticó el entrevistado que “proponen lugares totalmente ineptos desde el punto de vista de la seguridad. Llega a pasar algo y quién se hace cargo”, se preguntó.
Agregó después que para año nuevo también se preveía una fiesta en “un pulmón de manzana en una zona totalmente residencial: hay que pensar que algunos se quieren divertir y otros vecinos quizás quieran descansar”.
Asimismo, aclaró que las típicas fiestas organizadas en la calle deberán respetar las normas de convivencia, esto es, si algún vecino expresa su disconformidad con el ruido a determinada hora de la madrugada deberán concluirla.
La suspensión de la “Tandil Paradise Fest” se notificó tanto al titular del espacio como al organizador, al tiempo que se retiró la venta de entradas.
Dicha área comunal alertó además a la población que “no se encuentran permitidas fiestas similares que impliquen venta de entradas, sin la correspondiente autorización, y que pudieran desarrollarse en predios no habilitados para tal fin”.
Por último marcaron que “eventos de este tipo solo podrán realizarse en los locales que cuentan con la habilitación municipal tal cual lo exige la normativa vigente”.

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