Entre el pasado jueves y viernes, autores ignorados ingresaron al jardín Trompita, ubicado en Yrigoyen 1069, y se llevaron una cantidad importante de artefactos eléctricos. Si bien las autoridades indicaron que la institución escolar tiene seguro, hasta que no llegue la directora no se sabrá si la totalidad de los objetos tenían cobertura.
La denuncia fue realizada en la antevíspera por el secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales, Roberto Martínez Lastra. El dirigente explicó que el viernes a las nueve la policía recibió un llamado anónimo que alertaba sobre la presencia de desconocidos en dicho lugar. Sin embargo, cuando los agentes arribaron al local constataron el robo y ya no quedaba nadie.
En diálogo con LA VOZ, Roberto Martínez Lastra, señaló que la Policía llegó a los pocos minutos de haber recibido el llamado y él lo hizo un rato después.
El dirigente supone que la persona que efectuó el llamado, en vez de ser un vecino, podría llegar a ser uno de los que protagonizó el hecho.
Si bien el relevamiento final de los objetos faltantes se realizará el lunes cuando arribe la directora de la institución, quien es la persona que conoce a la perfección el interior del jardín, a priori se denunció que faltó una computadora, tres minicomponentes con MP3, un televisor de 20 pulgadas, una video grabadora y un microondas.
“Es muy difícil hacer un número final para saber de cuanto fue la cifra de dinero que nos robaron, porque la mayoría de los objetos habían sido donados y desconocemos su valor. De todas formas, a priori y por lo que pude ver calculo que la cifra robada podría llegara rondar en algo más de los tres mil pesos. De todas formas, hasta que no llegue la directora y revise bien las instalaciones no vamos a saber los datos precisos”, señaló Roberto Martínez Lastra.

ALARMA
El dirigente gremial pidió aclarar que “en el momento del robo la alarma estaba conectada”, aunque se desconoce porque no funcionó. Según explicó, días atrás habían efectuado el reclamo ante la agencia de seguridad que tiene el servicio, porque la alarma venía funcionando mal ya que se había disparado en dos o tres oportunidades cuando aún había gente en el interior del local.