Treinta y dos feriantes, a cargo de unos 50 stands, pondrán en marcha el viernes próximo el reinicio de la actividad comercial en inmediaciones del incendiado edificio de "Puente Azul", cuando se cumplan 15 días del histórico siniestro que conmoviera a la ciudad y dejara en la calle a 300 familias.
Si bien la totalidad de los puesteros que trabajaban en el edificio no estará presente en el improvisado predio, que constará de stands a cielo abierto y una carpa principal, la mayoría podrá cumplir con un insistente reclamo: mantener las fuentes laborales.
"Es como un volver a empezar", ratificó a LA VOZ Félix Paredes, quien antes del foco ígneo tenía siete puestos en el paseo de compras.
En la mañana avanzaban los damnificados con los trámites legales de habilitación en la Municipalidad, al tiempo que en las próximas horas aguardan contar con todos los requisitos para responder a las normativas vigentes.
La apertura está prevista para las 10, y como sucedía antes del lamentable episodio, atenderán al público los viernes, sábados y domingos.
Asimismo, se exhiben al frente carteles que anuncian la esperada vuelta, para el "23 de mayo", al tiempo que ya comenzó el armado de las estructuras metálicas.

Las causas, una incógnita
Del mismo modo, se prohibió mediante una faja el acceso al escenario del incendio, en tanto se aguardaba la presencia de un nuevo peritaje que eche luz sobre las causas del suceso, pues todavía -por lo menos para la Justicia- es una incógnita si se originó o no intencionalmente.
Pese a los rumores que circulan en la calle, no hubo novedades concretas por parte del ámbito judicial que investiga la causa.
Cabe recordar que el viernes último se hicieron notorias las diferencias internas entre los feriantes, aunque todos coincidían en la necesidad de regresar a la fuente laboral.
"Hay gente que tuvo que abandonar su casa porque no puede pagar el alquiler", refirió Paredes al describir las consecuencias que pesan sobre los puesteros foráneos. A su vez, algunos feriantes duermen en Murature y Figueroa haciendo guardia para evitar el robo de elementos de su propiedad.
Por otro lado, tampoco se saben detalles sobre el paradero del titular de la Feria, Pedro Nicastri.
Según se supo extraoficialmente, una parte importante de la cobertura (seguro) le pertenecería al dueño del edificio, Carlos Peirano. Otra porción del dinero (relacionado con el mobiliario) sería para Nicastri mientras que una última prima, -entienden los feriantes- le pertenecería a los comerciantes.
Sin embargo, y avanzadas las pericias judiciales en el marco de la causa que investiga si el incendio fue intencional o tuvo otro origen, "todavía no tenemos novedades, y lo vemos muy difícil".
De todas maneras, se desconoce la validez de los contratos que firmaron los feriantes con Nicastri, y qué posibilidades de cobrar tienen luego de que el fuego los dejara en la calle.