Santamarina recibió en la jornada de ayer en el Estadio General San Martín la visita de Juventud de Pergamino, por la fecha 18 de la zona A del Argentino A de fútbol.
El Aurinegro buscó instalarse en campo antagonista, presionando en el sector medio para apoderarse del balón y darle circulación mediante Darío González sumado a los movimientos por todo el frente de ataque de los delanteros Barrios Suárez y Elizondo.
La intención del local no pudo prosperar en el campo de juego, porque Juventud se esforzó en el terreno buscando que los circuitos futbolísticos del equipo dirigido por Duilio Botella no pudieran entrar en contacto.
Se adelantó unos metros el Celeste de Pergamino y tuvo a través de un tiro libre de Galleguillo que desvió Brunetti, la posibilidad de abrir el tanteador. Una buena respuesta de Bertoya evitó la apertura del tanteador.
Sin el brillo deseado, Santamarina buscó y generó situaciones para lograr la apertura del marcador. Arévalo estuvo cerca con dos remates. Uno que detuvo bien el seguro Vellido y otro que pasó cerca y también mediante dos disparos de González el primero arriba del travesaño y el restante haciendo lucir al golero visitante.
Pasada la media hora la figura de Vellido siguió agigantándose al sacarle un cabezazo que pedía red a Darío González. Esa acción fue la última previa al golazo de Adrián Arévalo que significaría la apertura del marcador. El volante sacó un formidable remate que tomó la altura necesaria para meterse a media altura sobre el poste izquierdo.
El 1 a 0 tranquilizó a los tandilenses y puso muy nerviosa a la visita, tanto que Galleguillo se fue expulsado no porque acciones directas al juego, sino porque le pegó una trompada a un alcanza pelota.
En el complemento Botella mandó a la cancha a Alfredo Abalos para aprovechar su velocidad y así poder vulnerar a una defensa visitante que puso a tres hombres dado que Alessandroni ingresó en lugar de Sebastián Benítez.
Todo fue de Santamarina que arrinconó contra el área a Juventud, buscando aumentar la diferencia para comenzar a asegurar el resultado. La visita solo apostaba a alguna pelota parada y nada más, demasiado poco como para intentar llevarse alguna unidad de su incursión por las sierras de Tandil.
Al elenco de Botella le faltó la puntada final para conseguir un nuevo tanto. Generó llegadas con los desbordes de Maximiliano Cipollone (la figura de la cancha), algunas pinceladas de Darío González, Adrián Arévalo mientras estuvo en cancha, sustentado en la entrega que siempre brinda Emanuel Giménez y en todo el esfuerzo que realiza el resto del equipo para lograr el mejor resultado.
El local controló a su adversario que entregó muy poco, aunque el nerviosismo de la gente se generaba por lo escueto que era el marcador.
En un gran quite de Giménez, se construyó la posibilidad que tuvo Elizondo y que no terminó en gol porque el delantero fue derribado. De ese tiro libre vino el gol que merecía largamente Santamarina. Javier Elizondo sacó un formidable remate al poste izquierdo de Vellido que nada puso hacer, estableciendo el 2 a 0.
Santamarina se recuperó de la derrota sufrida en el Alto Valle de Río Negro, y sigue construyendo una fuerte Localia que le permite seguir cerca del único líder de la zona A y en zona de clasificación. El equipo de Botella cumplió, fue de menor a mayor y logró una nueva victoria que no admite ningún tipo de discusiones.