Pasadas las horas de ocurrido el espectacular derrumbe de una medianera donde funcionaba una playa de estacionamiento para vehículos, se suman interrogantes sobre las responsabilidades de los daños producidos. Si bien una buena parte de los damnificados cuentan con seguro, no sería de extrañar posibles litigios cruzados para con una curiosa situación que nadie esperaba, mucho menos aquellos automovilistas que guardaron su auto allí para resguardarse de la tormenta anunciada.
Una de las preguntas redunda sobre la habilitación del predio para que funcionase como tal, a lo que desde el Ejecutivo rápidamente se salió a aclarar que se trató de un emprendimiento que cuenta con su respectivo expediente de habilitación.
Más precisamente la propiedad le correspondería al empresario Jorge Blanco Villegas, quien habría cedido el espacio para que Cáritas, a través de la fundación Casitas de la Esperanza, explote el lugar con fines de beneficiencia.
Una vez asumido el radicalismo en la gestión, se promovió y se aprobó la ordenanza para estacionar en una sola mano en el microcentro, con el agregado de incentivar (con exenciones tributarias y régimen especial) a aquellos que instalaban playas de estacionamiento, cuestión aún vigente ante la densidad de tránsito que sigue padeciendo el radio comercial.
El director de Inspección, Roberto Martín, consultado indicó que “la habilitación está en trámite, no ha culminado. No está terminado el proceso porque cuando fuimos hacer la última gestión encontramos que se habían robado los matafuegos, por eso tenían que reponerlos y quedó un tiempo sin resolución del expediente, pero el trámite está iniciado”, sentenció ante los micrófonos de la 1560 Tandil.
Como se informó oportunamente, una pared de cinco metros de alto se vino abajo ayer al mediodía y provocó el aplastamiento de dos camionetas y tres autos que estaban en la plaza de estacionamiento de las casas de la esperanza, en Alem 760.
El desgraciado suceso se produjo cerca de las 13 y comprendió unos 30 metros de medianera. A consecuencia de la caída de la enorme pared resultaron dañadas una camioneta Chevrolet S-10, una Ford Ranger con un carrilín, un Peugeot 206, un VW Bora y un Toyota Corolla.
La vieja construcción pertenecía al desaparecido Cine Súper y de acuerdo a lo manifestado por el arquitecto Hugo Metilli del Departamento de Obras Privadas de la comuna, no había vigas para asegurarla.
La pared daba a la parte posterior de una propiedad que tiene acceso por calle Mitre y una parte al lateral de un estudio jurídico.
El profesional de la comuna, tras observar la zona descartó que la caída se haya producido por una presión de la media sombra colocada para proteger a los autos y atribuyó el derrumbe a la falta de vigas de seguridad.

RELATOS
Tras el estupor provocado por la estampida de los ladrillos esparcidos en la playa de estacionamiento, otro tema comenzó a circular en torno al incidente.
Por un lado se especulaba que tras la demolición de la sala cinematográfica, el propietario habría cedido el predio a las Casas de la Esperanza, para que mediante la instalación de la playa de estacionamiento la entidad pudiese tener una fuente de ingreso para solventar en parte la obra de asistencia que lleva adelante en beneficio de los que menos tienen.
Al parecer la playa de estacionamiento no tendría seguro, por lo que los damnificados podrían tener varias vías de reclamo.
Una de ellas sería contra el titular del terreno, también podría efectuarse un planteo ante la Municipalidad de Tandil que autorizó el funcionamiento de la mencionada playa de estacionamiento, e inclusive contra los vecinos que tienen vinculación con la medianera derrumbada, si no se adoptaron las medidas de seguridad pertinentes.
“Mi coche es un Toyota Corola, que quedó atrapado por los ladrillos de la pared que se desplomó”, relató Diego Conde uno de los damnificados, quien detalló además que “minutos antes de la 13 habría ocurrido, y recién me enteré a las 18 por uno de mis empleados. Cuando el cielo se puso negro salimos todos a buscar reparo sobre el pronóstico de granizo y tuve la feliz idea de pensar que con la media sombra del estacionamiento me cubría”, contó en el programa Examen Final de la Am 1560.
“Primero, cuando me avisan, pensé que se trataba de una broma, pero después vino otro chico y me acerco al estacionamiento. Ahí me quedé 10 minutos estupefacto, pensando que se trataba de una broma de Tinelli. La verdad que traté –y trato- de tomármelo con humor, nadie resultó herido, hubo daños peores para otros autos”, señaló.
Indicó también que “la agencia de seguro se acercó, pero del estacionamiento nadie se nos acercó. El encargado no sabía mucho, trabajaba ad honoren, supuestamente es un terreno cedido por Blanco Villegas a Caritas”.
“La única forma que me salve el seguro –confió- es que el perito determine la destrucción total del coche, sino estoy embromado y no tendré otra salida que iniciar acciones legales contra quien resulte responsable. No sé qué hubiera pasado si una persona resultaba herida o fallecía”.

Lo que dice el código de edificación
Consultado el Código de Edificación de Tandil publicado en la página oficial de internet del Municipio se alude a la capacidad de una cochera, que se calculará en base a la superficie mas limitativa de estacionamiento exigida por las normas urbanísticas vigentes, a más de la necesaria para realizar la maniobra de estacionamiento de los vehículos.
A tal fin, se calcula en 11,00 m² (once metros cuadrados) la superficie mínima
necesaria para estacionar un automóvil, distribuidos en un módulo rectangular de largo no menor de 4,30m (cuatro metros treinta centímetros) y de ancho no menor de 2,20m (dos metros veinte centímetros), a la cual se agregará un porcentaje destinado a maniobras, de acuerdo a la siguiente tabla:
Hasta 5 vehículos 40 %
Hasta 10 vehículos 35 %
Hasta 15 vehículos 30 %
Hasta 20 vehículos 26 %
Hasta 35 vehículos 22 %
Hasta 50 vehículos 18 %
Más de 50 vehículos 15 %
También luego se alude a la distribución de los vehículos dentro de las cocheras, para la cual el D.O.P. exigirá, en la documentación de obra, la demostración gráfica de ubicación de los espacios de estacionamiento, pudiendo exigir el de las maniobras y circulación de los vehículos en las cocheras de distribución irregular, no convalidándose proyectos de cocheras donde las maniobras y el estacionamiento impliquen servidumbre.
Un apartado especial merece la protección a edificios linderos a cocheras, sobre lo que se establece que deberán prever los tratamientos acústicos
convenientes a fin de impedir la propagación de ruidos molestos a edificios linderos ó a las viviendas anexas a aquellas, debiendo presentar el proyectista una memoria técnica del sistema adoptado. Asimismo, los muros serán impermeables a vapores de hidrocarburos y gases de combustión.
Por otra parte, se colocarán defensas empotradas en el solado de tal modo que eviten el impacto de los vehículos contra los muros divisorios y/o separativos del edificio.