09/03/2009

Espectáculos y sociales

¿Hacia dónde vamos? Entre lo urgente y lo importante

Históricamente Argentina ha sido un país que se diferenció del resto de Latinoamérica por su gran porcentaje de población perteneciente a la denominada "clase media", que tuvo su motor, en gran medida, en un fuerte sistema educativo público que permitió una movilidad social mayor que cualquier otro país latinoamericano. Como consecuencia de ello, muchos hijos de familias de bajos recursos económicos accedían a educación de buen nivel. Inclusive educación superior, es decir, universitaria.
Todos sabemos que este mecanismo ya no funciona así. La educación en nuestro país ya no es lo que era antaño y este es uno de los factores por los cuales vamos camino a ser un país cada vez más fragmentado entre pocos pobladores con importantes fortunas y un gran cúmulo de gente debatiéndose entre la pobreza y la indigencia.
El deterioro educativo uno lo puede palpar día a día, pero se hace evidente cuando se lo puede comparar con lo que acontece en otros países. Y la comparación es más cruda aún cuando hablamos de un país hermano.
Caminando por la plaza central de una pequeña ciudad costera de Uruguay (Piriapolis) me encontré con una postal de algo que había tenido oportunidad de leer tiempo atrás por razones de estudio e investigación. Sentados en un banco de la plaza central se encontraba una familia de clase baja (padre trabajador y madre empleada doméstica) conjuntamente con su hija, de aproximadamente unos diez años, donde la niña les enseñaba a manejar una computadora y a navegar por Internet (inalámbrica) a ambos. Lo importante de la escena es que la computadora (portátil) fue provista por el gobierno de su país a la niña para que utilice la misma en el proceso de enseñanza.
La computadora en cuestión es un proyecto a nivel mundial liderada por el científico Nicholas Negroponte , quién es muy famoso en el sector tecnológico y que creó el proyecto OLPC (One Laptop per Child) o en castellano "Una Computadora Por Chico" . Negroponte insta a gobiernos de todo el mundo a que compren dichas portátiles (a un costo aproximado de dos cientos dólares).
El gobierno uruguayo, a través de un programa denominado CEIBAL "Conectividad educativa de informática básica para el aprendizaje en línea" provee a todos los estudiantes en su primer grado de una computadora de estas características y lleva otorgadas hasta la fecha un total de 100.000 computadoras, todas ellas gratuitas para estudiantes de las escuelas públicas.
OLPC parece más un juguete que una computadora portátil, pero cuenta con todas las características necesarias para que un niño aproveche la tecnología para mejorar su proceso de aprendizaje escolar. Quieres tenemos amigos y colegas viviendo en países más desarrollados sabemos la brecha tecnológica existente entre nuestro país y aquellos, pero en la actualidad no es necesario hacer 10000 kilómetros para poder observar el fenómeno.
Ante mi asombro no pude más que acercarme y preguntar sobre la forma en que utilizaban la computadora a lo que la niña me contestó que durante dos horas, todos los días, los maestros imparten sus clases únicamente utilizando la computadora que, por supuesto, está permanentemente conectada a Internet. A su vez, no pude evitar de preguntar sobre los cuidados por parte de los niños a lo que la madre me contestó literalmente: "Ciudan la computadora como a nada en el mundo". Y es por ese mismo motivo, la computadora es su puerta al mundo, es el medio con el mundo.
Es inevitable pensar y sacar conclusiones a partir de situaciones como esta. Todos los que de una u otra forma estamos en el sistema educativo conocemos la importancia que posee la utilización de tecnología, máxime cuando hablamos de niños y de bajos recursos. En el mundo actual, la tecnología es uno de los vectores más importantes de igualdad social.
Como todas las cosas, esto tiene dos aristas: una positiva y su contracara negativa. La adecuada utilización de tecnología en etapas tempranas de aprendizaje, dota a los estudiantes de herramientas y conocimientos indispensables para su futuro, hasta me animaría a decir para su presente. La no utilización de la tecnología disponible no es gratuita, condena a quienes no la posean o conozcan, porque en esencia estamos hablando de posibilidades, de conocimiento, en definitiva hablamos de prosperidad.
El autor Peter Drucker escribió hace ya más de una década sobre el advenimiento de la Sociedad del Conocimiento y los trabajadores de esta sociedad, nos cabe preguntarnos ahora, ¿qué estamos haciendo nosotros por esto?

Lic. Fernando Errandosoro
ferrandosoro@hotmail.com
www.linkedin.com/in/ferrandosoro.

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