En la jornada de ayer, la justicia aguardó una diligencia que, al cierre de esta edición, se confiaba como trunca, a partir de la negativa de un detenido para ser trasladado a la sede judicial local. El motivo del procedimiento conducido por el fiscal Marcos Egustiquiza en conjunto con personal de la DDI local, versaba sobre los indicios vehementes para creer que se está frente a uno de los integrantes de la banda de los boqueteros que actuó en la ciudad en el último tiempo.
Según trascendió de fuentes ligadas a la pesquisa, se trata del detenido Pablo Alvarez, quien quedó alojado en una dependencia policial de Chascomús por un robo cometido en aquella localidad. El hombre en cuestión es sindicado como uno de los integrantes de una importante banda con influencia en distintos puntos del país, cuyo cabecilla tendría residencia en la provincia de Tucumán.
Su vinculación se sucede a partir de las coincidencias con distintos elementos probatorios, especialmente las huellas dactilares oportunamente recogidas en el lugar del hecho, el Banco Francés a mediados de enero del corriente año.
Una comitiva de la DDI local arribó a Chascomús en su búsqueda, empero bajo el derecho que le asiste, se negó a colaborar con la diligencia.
Asimismo, trascendió que además de este sujeto hay otro detenido, en la unidad penitenciaria de Dolores, que también estaría prácticamente ligado al hecho que se investiga en nuestra ciudad.

UNA BANDA CONOCIDA
A medida que avanzó la pesquisa se fueron conociendo detalles de cómo se llegó a estas personas que, para los investigadores, conforman una importante banda con un extenso accionar en distintos puntos del país.
Cabe consignar que el hilo conductor para dar con este círculo de sospechosos se facilitó a partir de una serie de elementos secuestrados en el mismo lugar del hecho que alentaron un pronto esclarecimiento, al menos de quiénes se había tratado aquel curioso boquete por la escuela Polivalente al banco Francés, donde finalmente no lograron cometer el atraco al detonar la alarma, no sin dejar en el lugar herramientas varias para cometer el hecho como anotaciones de suma importancia para el avance de la investigación.
Tras distintas diligencias y contactos con efectivos de dependencias de distintos puntos del país, se arribó a la hipótesis de una importante banda que tenía su principal sitio de operaciones desde Mar del Plata y Tucumán, donde se encontraría el cabecilla de la gavilla sospechada.
También se destacó que para llegar a estas conclusiones se tuvo información precisa desde la unidad penal de Chimbas, provincia de San Juan, donde murió en una disputa interna quien se consideraba como el segundo en jerarquía de la banda (ver recuadro). Su vinculación vino de las anotaciones que había en la mochila encontrada en el frustrado boquete, más precisamente el certificado de defunción del “caimán” Camilo Fernández.
Los investigadores reseñaron que la banda también se identifica porque todos tienen un tatuaje, precisamente con la figura de un caimán.

RATIFICACION
El avance de la causa no hace más que ratificar lo que oportunamente se informó acerca de las evidencias halladas en el lugar del intento de robo al banco Francés. Ayer como ahora, las sospechas apuntan a dos personas que forman parte de una banda que tendría su accionar en varias ciudades del país. Además, el modus operandi de los individuos utilizando un boquete para entrar a la entidad sería similar a otros casos registrados en nuestro Partido.
Las sospechas redundan en conectar aquel boquete del Francés con también otros ocurridos en nuestro Partido, como por ejemplo la sucursal del Banco Nación en María Ignacia Vela y la sucursal del Credicoop ubicada en Rodríguez al 700 de nuestra ciudad.

Muerte y fuga en el penal
En noviembre del año pasado, en el Penal de Chimbas de San Juan se vio convulsionado por la fuga de un preso y la muerte a puntazos del conocido delincuente, identificado como Sergio Lionel “El Caimán” Fernández, en una supuesta gresca dentro de los pabellones. “El Caimán” Fernández, conocido por el robo a la relojería y joyería Tic-Tac, quien desde julio de 2007 cumplía condena en el Penal de Chimbas.
El diario San Juan publicó sobre los dos fugados, que se trataba de Fernández y Aballay como protagonistas de la evasión. Igual todo era confuso. Posteriormente, empezó a surgir la versión de que primero se produjo la fuga de uno de los internos y posteriormente una gresca que terminó con la muerte de “El Caimán”.
Sobre esto último, se sabe que fue el personal penitenciario el que trasladó herido al reo “El Caimán” Fernández al Hospital Marcial Quiroga a eso de las 22:30. El médico Emilio Cortez, que estaba de guardia en ese nosocomio, señaló anoche a DIARIO DE CUYO que Fernández ingresó sin vida al servicio de urgencia. “Entró con las vísceras hacia afuera, por lo que vimos tenía dos heridas punzantes en la zona del tórax. No lo atendimos ni revisamos porque ya estaba sin vida y el cuerpo fue llevado a la morgue judicial”, expresó el profesional.
Las heridas que presentaba evidencian que había sido atacado con armas caseras dentro del penal. Y eso dejaba entrever una posible gresca entre internos.
Por eso mismo, una de las versiones que circulaban era que éste era un hecho separado al de la fuga protagonizada por el reo Diego Tejada. Otra hipótesis era que se desató una pelea y ahí el otro reo aprovechó para fugarse.
Lo poco que sabían en la policía a través de los guardiacárceles, es que Aballay se habría escapado después de saltar un alambrado y corrió hacia la avenida Benavides, donde lo esperaba otra persona a bordo de una moto.