En medio de acercamientos entre China y el Vaticano tras más de 60 años sin

relaciones diplomáticas, se presentó en el país asiático un libro sobre el

papa Francisco escrito por el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide.

"Francisco es mucho más que (Jorge) Bergoglio, pero es imposible entender a

Francisco sin entender a Bergoglio", aseguró Reyes Alcaide, corresponsal de

la agencia Télam en Roma y autor de "Latinoamérica. Conversaciones con

Hernán Reyes Alcaide" 

Durante la presentación realizada ayer en la embajada argentina en Beijing,

el autor del libro repasó las "raíces latinoamericanas" del pontífice, así

como su temprana vocación por el diálogo interreligioso y el ecumenismo que

ahora desarrolla como obispo de Roma.

"Es el momento de mayor cercanía entre los dos países desde 1951", agregó

el analista italiano Francesco Scisi, autor en 2016 de la primera

entrevista a Bergoglio publicada en China. 

Antes, el embajador argentino Diego Guelar había calificado al pontífice

como "el argentino más influyente de la historia", protagonista central de

una era "en la que hay mucha expectativa de que sea definitivamente el

siglo de la paz".

Consideró además "un momento histórico trascendente la presentación en

China de la obra que expone la mirada del papa sobre la región

latinoamericana".

"Bergoglio vivió 76 años en Latinoamérica. De todas formas, eso no

significa que el conocimiento de Bergoglio deba ser reducido a las teorías

y tendencias de la región. Como jesuita, recibió formación de personas que

habían estudiado fuera de Argentina y eso le dio una visión global de

importancia", añadió Reyes Alcaide.

La presentación del libro, que se publica en idioma español, se da en el

marco de un acuerdo que aparece cercano entre los dos Estados para designar

obispos de manera conjunta.

Fuentes de la negociación que por el Vaticano lleva adelante monseñor

Claudio Maria Celli explicaron a Télam que Francisco está "totalmente al

tanto" de los avances y que considera que "están yendo muy bien". 

"El objetivo es que los fieles puedan sentirse plenamente chinos y

plenamente católicos a la vez", es la línea discursiva de los negociadores

vaticanos consultados.

Durante décadas, los obispos designados por la Asociación Patriótica creada

por Beijing en los años 50 como una suerte de brazo religioso del Partido

Comunista no contaron con el aval de Roma y son considerados "ilegítimos". 

De todos modos, los siete que quedan en esa condición ya iniciaron "de

manera reservada" las gestiones para lograr también el aval del Vaticano

para su cargo, confirmó Télam.

Del otro lado hay 17 obispos "clandestinos" que son reconocidos por Roma

pero no por Beijing y que también pasarían a tener el doble aval de

ratificarse el acuerdo.

De cara al futuro, habría un acuerdo revisable cada dos o tres años que

permitiría designaciones comunes en los 23 lugares vacantes según el

organigrama chino, que son cerca de 45 si se tiene en cuenta la división en

provincias eclesiásticas hecha por Roma. 

"Las negociaciones están progresando a pleno rendimiento", aseguró la

semana pasada el vicepresidente del Consejo de Obispos de China, Fang

Jianping, referente de la asociación oficial de religiosos.

En 2014 Francisco se convirtió en el primer pontífice en sobrevolar el

espacio aéreo chino, luego de que Beijing le negara el permiso a Juan Pablo

II en 1988. Desde entonces, repitió en varias entrevistas su deseo de ir a

China y dejó clara su "admiración" por el pueblo del país asiático.