En consonancia con una iniciativa desarrollada en varias ciudades del mundo, se celebró en Tandil, el sábado pasado, una jornada por la Marcha Mundial de la Marihuana, fundamentalmente reclamando la habilitación legal del autocultivo, que es uno de los aspectos que están generando escasez de cannabis medicinal a las agrupaciones que se dedican a este tipo de asistencias.

La convocatoria a la marcha mundial estuvo vinculada a varios reclamos que se hacen al Estado, y que forman parte de la problemática en varias partes del mundo, respecto de la judicialización que todavía ocurre sobre el autocultivo y la tenencia de plantas.

Es por eso que se reclamó "por un cambio en la Ley de Estupefacientes N° 23.737, vigente desde el año 1989" y por "el cese de los allanamientos y detenciones a usuarios y cultivadores de todo el país".

También se solicitó "la inmediata amnistía de todos los compañeros privados de su libertad por cultivar y detenidos por tenencia".

Otro de los argumentos de quienes buscan el desarrollo de la cultura cannabica, especialmente con fines medicinales, es que se han generado un montón de inconvenientes por "la falta de regulación del Cannabis en todas sus formas y aplicaciones" y en ese sentido, piden por una "pronta solución".

Reclamaron además, "un acceso al derecho a la libre disposición sobre nuestro propio cuerpo y a las libertades individuales consagradas por el Artículo 19 de la Constitución Nacional".

Se habló en la marcha de la necesidad de "un registro amplio e inclusivo de pacientes con patologías en las que el Cannabis ha probado su efectividad según estándares internacionales (Art. 8 de la Ley de Cannabis Medicinal N° 27.350)".

Otros puntos que formaron parte de la jornada, fueron:

"El reconocimiento de los saberes y las prácticas tradicionales, de fitoterapéutica que acompañan desde siempre a nuestros pueblos; un plan integral de Reducción de Daños en todos los establecimientos educativos, sociales, de salud y la constante capacitación actualizada a profesionales tanto en el ámbito público como en el privado; el reconocimiento a las numerosas investigaciones internacionales, así como el fomento de investigación en el país por parte de CONICET, del INTA y Universidades Públicas, extendiendo los límites de esta ley N° 27.350 en pos de abordar la Salud de un modo integral y fundado en las experiencias que ya existen; y por último, un efectivo uso del cáñamo, respetando las normas internacionales establecidas por la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU, a la cual Argentina adhiere legitimando el cáñamo como cultivo agrícola".