El público tandilense se conmueve con esta obra dramática en la que Dagomar, un ex boxeador vapuleado en el ring hasta la insensatez, su primer entrenador Amilcar, con quien compartió el éxito y el fracaso, tanto en el cuadrilátero como en la vida, y Rosa, amiga y amante de turno, cuentan una historia cruda, de alto impacto.

Los actores interpretan maravillosamente la conmovedora historia del genial Pavlovsky, quien luego de recibirse de médico psiquiatra en 1957, comenzó a formarse como actor con el grupo independiente Nuevo Teatro, dirigido por Pedro Asquini y Alejandra Boero, influenciado por el teatro de vanguardia europeo, principalmente por Samuel Beckett,

Los espectadores que asisten a Bajosuelo, en Rodríguez 457, donde funcionara años atrás Vereda musical, salen sacudidos, emocionados, con sus sentimientos agitados, porque la obra es excelente y el desempeño de los actores es exquisito, lo que les permite meterse de lleno en una historia profunda, de luces y sombras.

Son muchos los méritos que reconocen los asistentes ni bien abandonan las butacas. Los tres actores hacen un trabajo notable, pero también hay mucho trabajo en la puesta en escena, en las luces y la música que creó especialmente para esta obra el músico nacido en Tandil Guillermo Cappelluti.

"Elegimos Cámara lenta hace un tiempo porque estábamos buscando un texto  para Adrián Pendás, que es uno de los actores de Murallón teatro, que fue el protagonista de El amateur, y para Germán Romero, con quien veníamos trabajando con Puré de Alejandro y Trescientas maneras de escalar un muro. Adrián además de actor practica boxeo. Queríamos hacer algo con carga dramática y esta obra lo tiene. El perfil  de los actores daba justo con las características de los protagonistas de la obra. Se sumó el personaje femenino. En principio lo iba a hacer Julieta Candia, pero no pudo ser parte y entonces ocupó su lugar Pilar Jaureguiberry, a quien la conocemos desde hace mucho. Viene del teatro independiente. Así formamos un elenco muy bueno. El equipo técnico es también muy importante", dice Lazarte,

Sobre el trabajo en escena, el director agrega que le pidió a los actores que "la obra sea superrealista. Quería algo casi cinematográfico. La puesta en escena implica al público muy cercano a los actores" También señala un arduo compromiso de los intérpretes. "Trabajamos mucho en improvisación, en acercamiento al texto y creo que los tres hicieron una gran creación de los personajes", narró.

Seguirá en otros escenarios

La obra seguirá en Tandil durante los fines de semana de este mes y más adelante continuará en otras ciudades, ya que fue montada para Bajosuelo, pero también a la italiana, con la posibilidad de ser móvil, viajera, Como Trescientas maneras de escalar un muro, la otra producción de Murallón teatro, que en la actualidad, luego de su paso exitoso paso por las salas locales, sigue visitando diversos distritos bonaerenses.

Todo el equipo

 La obra, que seguirá los domingos de septiembre a las 19 en Rodríguez, frente a la glorieta de la Plaza Independencia, cuenta con este equipo de trabajo: la música original es de Guillermo Cappellutti; el diseño de escenográfico de Julieta Alina Candia y Gustavo Lazarte; el maquillaje de Sara Lorena Ramírez; el vestuario de Julieta Candia; la realización escenográfica de Julieta Candia y Nicolás Ciganda y el montaje eléctrico de Adrián Espada. La producción integral es de Murallón Teatro. En el diseño gráfico trabajó  Agustín Medina; en la fotografía: Adrián Botella; como asistente técnico se desempeña Nazareno Rodríguez Di Biasse y como asistente de dirección Agustina Villanes, La coordinadora del teatro Bajosuelo es Laura Ciganda.