Ciudad del Vaticano (EFE, ANSA, AP y AICA) - El papa Francisco reorganizó con la Constitución apostólica Episcopalis communio, presentada este martes la metodología y composición del Sínodo, la asamblea que reúne a los obispos para diferentes temas, dando mayor participación de los fieles durante la preparación y en el debate.

El nuevo texto también introduce la posibilidad de que el documento final con las conclusiones que se aprueban en cada sínodo pueda ser considerado vinculante para el magisterio del Papa.

El Sínodo fue establecido por Pablo VI el 15 de septiembre de 1965 y aquí se presenta como "uno de los legados más preciados del Concilio Vaticano II". Con posterioridad a esa fecha se introdujeron varias normativas, pero no había una Constitución que diese una estructura a estas largas reuniones, donde los clérigos hacían propuestas no vinculantes para que el papa las considerara en el futuro.

El papa Francisco quiere que las asambleas del sínodo de los obispos involucren al "pueblo de Dios", como se lee en la introducción de la Constitución.

Por ello, en el artículo 6 se establece que los obispos se tienen que ayudar de varios "organismos de participación" y "someter las cuestiones que serán afrontadas en la asamblea sinodal a los sacerdotes, a los diáconos y a los fieles laicos de sus Iglesias".

En los sínodos sobre la familia y el próximo sobre los jóvenes que ha instituido Francisco ya se utilizó la fórmula de enviar un cuestionario.

También se introduce, como ya ha hecho Francisco en estos sínodos, la participación, aunque sin voto, de personas que no sean obispos pero que puedan dar su testimonio ante los prelados.

Otra de las novedades, ya realizada para el sínodo sobre los jóvenes que se celebrará en octubre, así como el de la región Panamazónica previsto para 2019, es la posibilidad de realizar presínodos donde religiosos y fieles se reúnan para debatir sobre el tema elegido.

En el documento se le reserva al pontífice la posibilidad de convocar un sínodo por razones de naturaleza ecuménica y también de convocar una asamblea cuando lo requiera, antes se celebraban cada tres años, o se declaraban extraordinarios.

El papa argentino ya eliminó además la lista final de "las proposiciones de los padres sinodales", que se presentaban para redactar el documento final y en su lugar pidió la elaboración de un texto común que la asamblea tenía que votar para su aprobación.

En este caso, la nueva Constitución habla de "unanimidad moral" para la aprobación del documento, mientras que en el pasado se necesitaban la mayoría de dos tercios.

Además, el papa amplió las especificaciones del Sínodo ya que en la nueva Constitución se contempla que el pontífice puede disponer que la asamblea tenga un carácter "consultivo" o "deliberativo". En este caso, el documento conclusivo de la asamblea, si es aprobado por el Romano Pontífice, pasa a formar parte del "magisterio ordinario del Sucesor de Pedro".

Ahora dependerá del Santo Padre hacer o no una exhortación apostólica postsinodal, explicó el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario especial del Sínodo de Obispos, quien definió a la Constitución Apostólica Episcopalis Communio como "una refundación".