Por Lorena Medina

Durante el fin de semana tuvo lugar en nuestra ciudad el Osde Cruce Tandilia, una dura carrera de trail que se divide en dos etapas con un circuito máximo de 60 kilómetros. Hasta Tandil llegaron miles de personas (entre atletas y acompañantes) de distintos lugares del país.

Y entre tantas almas, muchas historias que enriquecen a cada persona que las conoce, porque si bien la llegada es una, cada corredor que largó tenía su propia meta, un propósito puesto al momento de inscribirse.

La primera historia impactante, la conocí el viernes en el complicado Tandil Vertical Bloom, una competencia que propone subir en el menor tiempo posible las escalinatas del Parque Independencia, 314 escalones a velocidad. Allí Alejandro Bianchetti, con una gran sonrisa esperaba la señal de largada. Su remera no era igual a la del resto, la de él marcaba "Corredor con ELA". Es que hace tres años a Alejandro fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa del sistema neuromuscular. A partir de ese momento, este corredor de Luján se propuso "pisotear la ELA" y esa es su meta cada carrera.

Además del viernes, corrió los 21 kilómetros en dos etapas y los completó. Se colgó esa medalla y la del reconocimiento de todos los que tuvimos el privilegio de verlo llegar y emocionarse por un nuevo propósito cumplido, porque, como dice siempre "Nada es imposible cuando el corazón empuja".

OJO DE AGUILA

Así se llama el grupo de atletas no videntes y sus guías, que también formaron parte del Osde Cruce Tandilia. Una decena de ellos llegó hasta nuestra ciudad para participar junto a sus guías de la carrera. Unidos por una especie de soga corta que toman cada uno de un extremo, se lanzan a la aventura apoyándose y guiándose con cada palabra o movimiento de su acompañante. Las muestras de felicidad eran incontenibles en cada uno, el aplauso de la gente, el abrazo de agradecimiento con sus guías, contagiaba la emoción a todos los que éramos testigos del momento.

ALPARGATAS

Entre todos, Luis Pérez, parece no tener ninguna particularidad. De vincha ancha y una bandera en su mochila que brinda homenaje a los combatientes de Malvinas, se propuso correr 60 kilómetros, la distancia más dura de las propuestas por la organización. Al cruzar la meta, Luis puso su pie derecho para que un colaborador de Kumbre le retirara el chip y fue en ese momento que todos nos dimos cuenta donde radicaba la particularidad del embarrado atleta. Corrió las dos etapas para completar los 60 kilómetros teniendo como calzado un par de alpargatas. Sin más, nada de suela adherente, ni zapatillas de running, solo de alpargatas, desando los 60 kilómetros por las sierras.

FAMILIA

Una de las categorías era de padres e hijos, y también fueron muy emotivas las llegadas. Algunas duplas eran de adultos, pero otros corrían con hijos menores y los abrazos y la energía de sus abrazos era contagiosa.

También hubo varias duplas de matrimonios que enfrentaron la carrera y se divirtieron en cada tramo. Los que lideraron la competencia sellaron la entrega de premios con un tierno beso.

PROPUESTA

Para algunos era una locura, pero él se animó igual. Uno de los atletas (con la organización de cómplice) sorprendió a su novia proponiéndole matrimonio en el escenario de la entrega de premios. La enamorada corredora, dijo que sí y se intercambiaron los anillos, para el final feliz.

CARAS CONOCIDAS

Entre tantos, también había algunas personas conocidas como el periodista de FOX Walter Safarian y el actor tandilense Daniel Campomenosi. También desafió a las sierras tandilenses la marplatense Claudia Rodríguez, quien fue una de las mejores representantes de la argentina en patín carrera, en Mundiales y Panamericanos. Además corrió y se divirtió posteando en las redes el actor brasilero Luan Brum, quien integra el staff en una serie de Disney Channel.