Arrancaron en 2017, la propuesta surge a partir de la necesidad de generar un espacio donde la familia tenga un momento netamente recreativo para poder disfrutar y a su vez intentan que tenga un fin solidario. "Nosotros creemos que hoy en día la familia está un poco resquebrajada, por decirlo de alguna manera, y quisimos generar un espacio donde la gente se pueda tomar un tiempo y disfrutarlo en familia. Las obligaciones diarias que llevamos muchas veces no nos permiten compartir ese tiempo. La idea es que durante ese día todos, niños, adultos y ancianos, tengan algo para hacer, desde juegos, actividades artísticas, todos tienen algo para hacer y distenderse. Dentro del espacio tenemos un tiempo destinado a lo netamente musical, la idea es promover a los artistas de la ciudad que están establecidos hasta los que están formándose o realizando sus primeros pasos", contaron.

Gisela y Gonzalo destacaron "es la sexta edición y a partir de este año implementamos las campañas solidarias, se atiende una necesidad particular convoca a través de las redes sociales. Siempre damos a conocer que cosas se necesitan y a que población ira destinado, obviamente siempre se dan a conocer todos los detalles de la acción".

¿Cómo y dónde nace este proyecto?

Somos entre 10 y 15 personas, somos una organización que nace en la Iglesia Peniel, ahora hay gente de otra Iglesia que se sumó. También hay gente que se suma para algunas actividades específicas.

¿Cómo llegan a encontrar el lugar para realizar la actividad?

Hay gente trabajando en los barrios, entonces conocemos la necesidad de primera mano y sabemos que las donaciones llegan a donde tienen que ir. Todo lo que recaudamos se expone en las redes sociales para que la gente sepa que solo lo hacemos bajo el lema Acciones no palabras. Porque estamos acostumbrados que se prometen muchas cosas, pero en la realidad se hacen pocas cosas.

Este año hicimos la campaña "Vuelta al cole" donde juntamos muchos útiles escolares y ayudamos a cuatro puntos distintos de la ciudad. El año pasado realizamos una movida buscando abrigos de invierno y pudimos hacer compras de frazadas.

Cuando organizamos un festival lo hacemos en función de lo que se necesita, hoy por ejemplo la entrada fue un alimento no perecedero, el año pasado cobramos una entrada simbólica de $25, y con lo recaudado compramos frazadas por mayor, entonces la gente no iba a poder donar una frazada. De eso se trata, de poner todos un poquito, vas a un lugar donde podes disfrutar de muchas actividades para todos los integrantes de la familia y a su vez estás ayudando a alguien que realmente lo necesita.

¿A quién va lo recaudado en esta sexta edición del festival?

En este caso lo recaudado irá dirigido a las familias del Barrio Maggiori, hay una parte de la Comisión que trabaja desde la Sociedad de Fomento y eso permite conocer las necesidades puntuales del lugar y también hay otra familia que está trabajando puntualmente en la casa. En este caso es la primera vez que salimos a los barrios, antes se realizaba en el SUM de la Iglesia Peniel. En esta edición se resalta el arte del barrio, los emprendedores del lugar que también están vendiendo sus productos en el Festival. Esto tiene muchos puntos benéficos, no es solo un hecho festivo.

¿Cada cuánto realizan estos eventos?

Tenemos pautados que sí o sí se realizan tres al año, pero algunas fechas también se organizan dependiendo de la necesidad que haya, va variando según como vayamos percibiendo lo que necesita la gente. Ya empezamos a trasladarnos en los barrios, ahora hay chicos trabajando en Movediza, Tunitas, ya estamos trabajando en esos lugares.

¿En qué momento y porqué decidieron salir de la Iglesia hacia los barrios?

En 2017 surge esta idea, una nueva estrategia para. Pero desde la Iglesia venimos trabajando hace muchos años. Ahora estamos centrados netamente en lo social, lo que nos permite conocer lo que pasa y aplicar medidas. Esto va creciendo en la medida que se van abriendo nuevas redes. No es que llegamos a los barrios e implementamos nuestros proyectos, sino que articulamos con la gente que ya está trabajando en el lugar. En Tunitas nos sumamos a lo que las madres emprendedoras ya estaban haciendo. Nosotros nos sumamos y ponemos lo que tenemos a nuestro alcance para sumar.

¿Cómo los recibe la gente?

Nos reciben muy bien, ponemos a los vecinos en primer lugar, les hacemos saber que el fin es ayudarlos. Nosotros decimos y sostenemos que nadie se resiste al amor pero a veces cuesta. Nos han planteado que a nosotros nos aceptaban porque habíamos cumplido lo que prometido. La gente nos dice que no quiere banderas políticas, nosotros no tenemos ningún beneficio, lo que hacemos por amor, seguir el modelo de lo que Jesús hizo en la tierra y la gente se da cuenta de eso, aunque nos lleve tiempo, la gente va confiando.

Nosotros somos cristianos, pero no vamos a convertir a la gente, sino que queremos ocuparnos desde nuestro lugar, ayudar.

Nuestra idea es que este proyecto forme parte de una ONG con diferentes áreas. Queremos conformar un Banco de Recursos, porque hoy por ahí nos llaman con necesidades específicas de alguna familia y nos gustaría dar respuesta inmediata. También queremos incorporar un área para adolescentes con charlas informativas. La idea es que Día en Familia se pueda establecer a largo plazo como una actividad fija y reconocida en la ciudad, que Tandil pueda tener una jornada especial para la familia.

Somos personas comunes, que vamos a la Iglesia, porque necesitamos a Dios. Elegimos un modo de vida, si soy Cristiana, que significa seguidora de Cristo, entonces tengo que demostrarlo. Lo hacemos bajo el lema "Acciones, no palabras".