Al condecorarlo este martes, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le dio un fuerte respaldo al ministro de Justicia, Sergio Moro, en el ojo de la tormenta a raíz de las sospechas surgidas sobre su actuación como juez en el proceso que condujo a prisión al ex presidente Lula.­

El ultraderechista Jefe de Estado y acérrimo rival político del encarcelado líder petista recibió temprano en el Palacio de Alvorada a su funcionario "estrella'' para una reunión a solas.­

"Tuvieron una conversación tranquila; el ministro LE planteó sus argumentos al mandatario que entendió las cuestiones que envuelven al caso'', resumió un comunicado oficial.­

Al término del encuentro, ambos embarcaron en una lancha que los llevó, a través del capitalino lago Paranoá, a la sede de la Agrupación de Fusileros Navales, donde el dignatario le entregó la medalla de la Orden de la Marina.­

Como suele suceder en estos escándalos, no importa el país donde suceda, los acusados le apuntaron al "mensajero'', en este caso el portal The Intercept, que destapó el tema gracias a que un hacker anónimo robó información de los teléfonos de Moro y algunos fiscales de la megacausa Lava Jato que permitieron descubrir que en ese intercambio de mensajes el entonces inflexible magistrado orientó la pesquisa para poder condenar a Lula, "interferencia'' que está expresamente prohibido por el Código Penal del gigante sudamericano. "Utilizaron medios ilegales para obtener conversaciones privadas'', reprochó la cartera de Justicia.­

No fue el único apoyo que recibió el funcionario. Lo propio hicieron tres generales "de peso'': el vicepresidente Hamilton Mourao; el titular de Gabinete de Seguridad Institucional, Augusto Heleno; y su par de Defensa, Fernando Azevedo e Silva.­