27/06/2019

Locales

El Municipio pagó 80 mil pesos por el viaje de regreso de las obras del Mumbat

Lafourcade refirió al fallo de primera instancia del Tribunal en lo Criminal de Tandil, que dispuso que las obras ya expuestas en el Lucy Mattos, debían regresar "de conformidad con los estándares fijados por el Protocolo de Préstamo de Bienes de Patrimonio Cultural, dictado por la Secretaria de Cultura de la Nación, bajo resolución SC N° 3683, especialmente en lo dispuesto por los inc. 1), m), n), o), p), y q) del art. 12 del mismo en lo referente a trasporte, correo del organismo prestador, envíos que no superen la cantidad de cinco bienes, localización y conservación, producción y conservación del embalaje (...)".

Las obras ya regresaron a Tandil a fines de mayo, aunque no se cumplió con la disposición de la justicia, porque el fallo pedía que las obras, 13 en total, volvieran en tres vehículos (divididas en cinco cuadros en uno, cinco en otro y tres más en el restante) y en un transporte especializado.

La Defensora del Pueblo advirtió a la Cámara de Apelaciones, que "el traslado se efectuó en un solo vehículo de transporte, por lo que la demandada no ha dado cumplimiento a la ordenado por la sentencia de primera instancia dictado por el Tribunal en lo Criminal de la ciudad de Tandil en fecha 12 de abril de 2019"

Según la Dra. Lafourcade, "la demandada ha efectuado una maliciosa interpretación de dicha sentencia y del protocolo nacional, a efectos de no cumplir con el traslado de las obras de arte en vehículos que no superen la cantidad de cinco bienes por unidad, entendiendo el Municipio que el referido protocolo autoriza al Comité de Prestamos de Bienes Culturales de la Secretaria de Cultura de la Nación a autorizar excepciones".

La responsable del Mumbat e impulsora de la salida de la sobras de arte a San Isidro, Prof. Indiana Gnocchini, emitió un informe final el pasado 14 de junio de 2019, ya con las obras nuevamente en Tandil, en el que señala que "en el caso del Municipio de Tandil, al no existir el referido Comité ni ser absoluta ni razonablemente esperable que se diera intervención al mismo, dicha inexistencia no puede significar ni ser interpretada como imposibilidad de aplicar la excepción prevista en el Protocolo".

Es decir, el mismo museo resolvió aplicar una excepción y decidió que las obras regresaran en un mismo vehículo, desoyendo, según la Defensoría, la orden del TOC1.

El argumento municipal es que "como no se transportaba ninguna colección completa, ni siquiera dos obras pertenecientes al mismo artista (lo que igualmente no necesariamente sería un impedimento), desde el Municipio de Tandil se entendió que no había razones para no aplicar la excepción, sin que ello pudiera interpretarse como incumplimiento de la sentencia judicial (hoy apelada), ya que la misma dispone la aplicación del Protocolo, incluyendo las excepciones".

En su fallo, el Tribunal en lo Criminal N° 1 de la ciudad de Tandil, en sus considerandos, señaló "corresponde instar al municipio a instruir a sus funcionarios a fin de que se abstengan de mantener procedimientos semejantes que ponen en riesgo innecesariamente el patrimonio municipal en la medida en que dejan fuera de cobertura de riesgos el acervo patrimonial municipal que se traslada (...)".

En ese sentido, para Laforucade, "el Municipio quiere hacer uso de una excepción prevista en el Protocolo Nacional para violar y no acatar la sentencia judicial de primera instancia cuyo cumplimiento es efectivo hasta tanto no se resuelva lo contrario", teniendo en cuenta que ese fallo fue apelado por el Municipio y continúa tramitándose en la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de Mar del Plata.

Vale recordar que la forma en que se trasladaron las obras al Lucy Mattos, donde fueron expuestas por dos meses, fue objeto de una dura polémica entre las autoridades municipales del área de Cultura, con un amplio grupo de artistas que cuestionaron el riesgo que corrió esa colección de cuadros, cuyo valor real oscila los U$S 800 mil, que según ellos, fue trasladado en condiciones inadecuadas de embalaje y transporte, así como el monto asegurado en caso de algún siniestro o robo.

"Esta interpretación maliciosamente errónea vuelve a poner en riesgo el patrimonio cultural de todos los habitantes de Tandil, en la medida que ante un siniestro hubieran perecido la totalidad de las obras", remarcó la Defensora del Pueblo en su informe a los jueces.

HUBO QUE PAGAR EL VIAJE DE VUELTA

A pesar que el acuerdo con el Museo Lucy Mattos establecía que ese espacio afrontaría los costos de los traslados de ida y vuelta de las obras entre Tandil y San Isidro, Indiana Gnocchini reconoce en su informe elevado a la Defensoría del Pueblo, una vez que las obras regresaron al Mumbat, que "el transporte especializado en obras fue abonado por el Municipio de Tandil, ya que el compromiso asumido por la responsable del Museo Lucy Mattos, al requerir el préstamo de las obras, y que contaba con la autorización unánime de los concejales de nuestra ciudad, fue la contratación del servicio a la firma Transporte El Portugués S.R.L., y en virtud de ello, había abonado los costos de ambos traslados previo a llevar a cabo la muestra artística".

En definitiva, Gnocchini reconoce que desde Tandil a San Isidro, las obras viajaron en un camión de mudanzas y no en un servicio especializado, como reclamaban los artistas que encendieron la polémica.

La coordinadora del Museo de Bellas Artes local señala luego que "fue luego de la intervención de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Tandil, que surgió el hecho nuevo de que el regreso de las obras fuera en un transporte especializado, lo que significó la necesidad de costear su contratación en uso de las competencias municipales. El valor del transporte especializado ascendió a la suma de $79.618".

El 22 de mayo, la empresa "Transportes Méndez S.A.", que al decir de la propia Gnocchini, "es una empresa especializada en transporte de obras de arte, con medidas estrictamente supervisadas por personal idóneo, managment de logística y rastreo satelital".

Es decir, que más allá de que no lo hicieron en varios camiones como se pidió en el fallo judicial, las obras viajaron de regreso a la ciudad bajo condiciones "idóneas", que se infiere, no fueron las mismas en las que se trasladaron en el camión de El Portugués hasta Lucy Mattos; y ese cargo extra, para la custodia de la seguridad de las obras en el regreso, en lugar de afrontarlo la dueña del museo que se benefició con la muestra que se extendió por dos meses, lo hicieron los contribuyentes tandilenses.  

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