Jorge Cimerman, Presidente del CIT, dialogó con La Voz y remarcó que "es el acto 25 ya, siempre para una recordación de las víctimas y nuestro pedido de justicia, porque después de todo este tiempo no hay ningún resultado y lamentablemente tenemos que seguir pidiendo justicia".

"Los sentimientos son muy personales. Pero por supuesto que tenemos desazón, cierta desesperanza, aunque siempre está esa lucecita de que si las cosas se mueven como para que los culpables sean procesados y condenados", manifestó.

Recordó Cimerman que "lo último que sabemos, es sobre la Pista Iraní. Se sabe cómo se armó, incluso el nombre del que hizo el atentado y hasta dónde estuvo la conexión local. Pero lamentablemente no hay procesados".

Sobre el rol del desaparecido fiscal Alberto Nisman, el dirigente consideró que "estuvo muy cerca de la verdad, pero fue asesinado dos días antes de que presente las pruebas. Es otro hecho que está impune. Su investigación fue un avance grande y esa investigación hay que reclamarla. Sabemos que hay 200 cajas de prueba que no se han analizado ni clasificado".

También cuestionó que "en todos estos años, cuando llega esta fecha, el gobierno de turno da alguna resolución para decir que hace algo. Es pura cosmética, porque un avance real, no se da".

"La inacción hace que estemos expuestos, no solo la comunidad judía. Con semejante impunidad estamos todos expuestos a otro atentado. Como país debemos tomar los recaudos necesarios para que no ocurra", consideró.

EL MENSAJE DURANTE EL ACTO

"Nuevamente, como hace 25 años, nos reunimos para conmemorar el brutal atentado al edificio AMIA - DAIA que dejó 85 víctimas fatales y cientos de heridos.

25 años, las bodas de plata, bodas de plata de la impunidad, la impericia y  la indiferencia de muchos.

Un cuarto de siglo donde se acumulan fojas y fojas de pruebas, tantas que todavía hay cientos de cajas sin clasificar ni analizar, ¿Cuánto tiempo hace falta?

Quienes en su momento eran menores hubieran sido hoy mujeres y hombres con sus hijos, muchos de los jóvenes que murieron verían hoy a sus hijos formar una familia y muchas de las victimas mayores ya no estarían entre nosotros, hubieran partido en la tranquilidad de estar rodeados de los suyos.

Sin embargo, siguen sin poder descansar en paz, producto de esta impunidad que corroe y desgasta.

Todos los 18 de julio se reciben muestras de congoja, de solidaridad, de tristeza, pero es en todo el resto del año que hay que trabajar fuertemente para que los atentados en Argentina tengan una respuesta judicial y política.

Hace mucho que se sabe de los culpables, pasamos de hacer pactos con quienes atacaron nuestro país, a declararlos inconstitucionales, cuando un fiscal de la Nación luego de años de reunir pruebas está a punto de presentarlas, es asesinado y la respuesta del poder es denigrarlo para invalidar lo actuado.

Cuando la Corte Suprema ordena el procesamiento de Telleldin como partícipe necesario del atentado, la justicia lo hace 9 años después.

Y al día de hoy, no hay un solo detenido, no hay una sola condena.

¿Qué podemos esperar de los hechos criminales diarios, si frente al mayor atentado terrorista  la respuesta es un cuarto de siglo de inacción?

La impunidad de tantos años hace crecer la desesperanza y  el descreimiento.

A la impunidad la entierra la Justicia, la Verdad y la Memoria.

Como hace ya 25 años, deseamos que el próximo 18 de julio nos reunamos solo para el recuerdo de las víctimas y no para el reclamo de justicia".