Por estos días actores, músicos, malabaristas, payasos, musicalizadores, escenógrafos, vestuaristas e iluminadores comienzan a transitar la última etapa de los ensayos para montar un espectáculo sin precedentes para chicos y grandes.

Si bien los detalles de todos los números que se presentarán serán dados a conocer durante los días venideros, desde la organización adelantaron parte de la impronta de esta novedosa movida cultural. "Este circo no solo no tiene un león, un oso y una jirafa; tampoco tiene un dueño. Todos los que artistas que soñamos con esta posibilidad laboral somos los propietarios", explica Juan Bernardo, uno de los músicos que subirá a escena. "En 2007 comenzó esta historia de arte y amistad. Hace dos años logramos comprar una carpa y un colectivo y nos propusimos hacer volver el circo al barrio", agrega el hacedor cultural.  

Los espectadores que ya pudieron disfrutar de esta puesta en escena aseguran que al ingresar a la carpa se produce una maravillosa conexión con un universo de fantasía, emoción y alegría.