La agente de la Policía Local, Sofía Aparicio se quitó la vida en el interior de su departamento el pasado 28 de noviembre, en horas de la noche. Su muerte desató severas críticas internas por parte de sus compañeros, respecto de las condiciones de trabajo y de situaciones que ocurren hacia el seno de la estructura de esa fuerza, que llevan a ciertos límites a algunos efectivos. En contacto con La Voz, la madre de Sofía, Laura Laurlund, anticipó que pedirá explicaciones respecto de los últimos meses de su hija, "en los que la veíamos muy angustiada y presionada. Ella me contó algunas cosas, pero no me contó todo".

Son los compañeros de Sofía los que se acercan a Laura y le relatan cosas que su hija vivió en su trabajo.

El antecedente inmediato más grave ocurrió hace algunos meses cuando la joven policía salió de la zona que tenía asignada, "para ayudar a sus compañeros que estaban siendo patoteados. Eso le valió una sanción y tuvo una discusión con su jefe. Después de eso le dieron la carpeta psiquiátrica", relató Laura, quien también utilizó la red social Facebook para expresarse y contar sus sensaciones algunos días después de la muerte de su hija, con el dolor todavía latente.

Aquella sanción a Sofía "implicó que la bajasen de la moto, que la mandasen a caminar a determinados lugares, y también implicó la reducción de un sueldo miserable con el que ella mantenía a su hijo y pagaba un alquiler. Pero a los que se creen los dueños del poder y la verdad no les importa nada, si no tienen corazón. Ella, en la desesperación, rabia e indignación tuvo un intento de suicidio delante del jefe", afirmó.

Es por eso que la mujer le anticipó a este diario que "necesito ir a la base para que me den todas las explicaciones. Lo que tengo es lo que me ha dicho mi hija, pero después me fui enterando de cosas".

Una de esas cosas es ese intento de suicidio, delante de su jefe. "Ni yo, ni ninguno de sus familiares fuimos notificados de semejante episodio", aseguró Laura.

"Yo sabía que ella no estaba bien últimamente. Estaba alterada. Pero estaba con tratamiento psiquiátrico, aunque no sé si me contó todo lo que le estaba pasando. Sí me dijo que había hostigamientos hacia ella y que el jefe la tenía cansada", aunque la madre de Sofía no puede precisar su nombre.

"Sé que me saludó en el velorio y no recuerdo su nombre. Después de ese momento, nadie de la Policía Local volvió a llamarme. Y del Municipio tampoco me llamaron", deslizó.

Laura comentó que su hija "quería irse de Tandil, porque estaba muy enojada con sus jefes. Uno trataba de calmarla y se enojaba. Estaba muy presionada".

"EL ARMA NO SE LA DÍ YO, SE LA DIO EL PSIQUIATRA"

Laura, no recuerda el nombre del jefe de su hija, pero sí la breve charla que mantuvo con él mientras velaba a Sofía. "Le pregunté por qué le habían dado el arma reglamentaria y me contestó que él no se la había dado, que se la había dado el psiquiatra", recordó, con indignación. "Se lavó las manos", sentenció la mujer.

Los problemas dentro de la fuerza, para Sofía, recrudecieron cuando habría acudido en ayuda de sus compañeros, que estaban en desventaja frente a un grupo de personas que querían agredirlos por el secuestro de una moto. Esa acción, implicó que se abandonara la zona que tenía asignada, por lo que Aparicio fue sancionada. Y eso derivó en un enfrentamiento con sus jefes. "Algunos de sus compañeros me contaron ese episodio y que hay un sistema en las cúpulas policiales que no se puede cambiar", contó Laurlund a este medio.

"Ahora me estoy dando cuenta que hay un hostigamiento, que hay un silencio, que algo está pasando", agregó la mujer, quien en estos días piensa en ir a buscar explicaciones ante los responsables de la Policía Local. "Quiero una explicación, voy a ir a la base, no sé si me van a atender o no. Quiero saber por qué siguieron hostigándola, por qué no le dieron contención, por qué no le sacaron el arma. A estos chicos los preparan seis meses y los largan a la calle con un arma, hay cosas que no cierran demasiado. No creo que sus mentes estén tan capacitadas para tanta responsabilidad. El sistema está fallando".

También contó que el pequeño hijo de Sofía, su nieto de 10 años, "se va a quedar conmigo. Voy a iniciar todos los trámites".