Civalleri fue consultado por el proyecto de Juana Echezarreta, concejal del oficialismo pero que responde al espacio que lidera Marcos Nicolini, respecto de proponer congelar por 180 días las dietas de concejales y salarios de funcionarios públicos. Esa iniciativa desnudó las disidencias internas, que aparecen también como secuelas de la competencia electoral que el año pasado planteó Nicolini, tratando de poner en jaque el liderazgo de Miguel Lunghi.

Puntualmente, sobre el proyecto de Echezarreta, Civalleri explicó que "las manifestaciones que he hecho, más allá de la cuestión de fondo, es que hay una situación que nos sorprendió, primero por la presentación del proyecto y después por no acompañamiento con el voto del convenio de la CUS, que tenía dictamen. Son situaciones enojosas, ya lo hablé con ella y le dije que no parecía prolijo de su parte tomar decisiones unilaterales cuando se está en un cuerpo deliberativo y se forma parte de un bloque".

El titular del bloque contó que "hubo un par de charlas a fondo" y reconoció que se generó "cierto grado de molestia por eso".

"Creo que esto ha sido recogido por Juana (Echezarreta) y algunas declaraciones recientes que hizo en este mismo medio, trasuntan en sus palabras cuestiones que intentan poner las cosas un poco en su lugar", consideró Civalleri.

Recordó que el polémico proyecto de congelamiento de dietas y salarios, "ella lo reclamaba como una cuestión de realizar un gesto, con lo que podemos o no, estar de acuerdo. Lo resolveremos cuando se trate en labor parlamentaria, pero eso no quita que uno pueda molestarse por las formas y esto fue básicamente lo que se planteó".

Además, cuestionó que "no solo que eso no se había conversado, sino fue la forma en que se presentó el tema, con una nota con fuerte olor a interna partidaria, ese mismo día. Algo que claramente se enmarca en una cuestión interna y tiene mucho que ver con la oportunidad y el rol que cada uno juega".

"No es la primera vez que se debaten este tipo de cuestiones. De hecho, en 2016 y presidiendo el bloque Marcos Nicolini, se atravesó una situación parecida y la postura del bloque y del propio Nicolini en particular, fue la opuesta a la que ahora promueven", advirtió.

El dirigente radical sostuvo que "hay tela para cortar y lo vamos a resolver en el marco de la discusión política. Por el momento no ha habido avances en paritarias, así que no hay definición en eso. Además, no somos los concejales los que votan su dieta, sino que hay un marco legal y se actualiza de una manera casi automática".

Sin embargo, deslizó que "es probable que en el final del camino haya puntos en común con la propuesta hecha por Echezarreta".

"NICOLINI DEBE PONERSE EL TRAJE DE OPOSITOR Y ACEPTARLO"

Consultado sobre las declaraciones de Marcos Nicolini a este diario, en las que apuntó que "han corrido el eje de la discusión" y pidió que la dirigencia "diga si está de acuerdo o no", con el congelamiento de los salarios políticos, Civalleri insistió en que "él tenía una mirada diferente hace un tiempo, cuando el debate era el mismo y el intendente intentó rechazar la parte de un aumento personal que le correspondía. En ese momento, en el año 2016, su respuesta fue bastante contundente. Incluso quienes lo acompañan dentro de su espacio interno partidario, que están muy activos hoy en redes, también tuvieron roles específicos en ese momento. El tema se trató en comisión directiva y fueron contundentes".

"No se me escapa que hay una cuestión de oportunidad, en la que están intentando diferenciarse políticamente en cuestiones que les quedan cómodas en este momento", disparó respecto del nicolinismo.

Consideró que "cuando el intendente convoca a gente, en muchos casos profesionales, para cubrir cargos de responsabilidad, esos profesionales exponen su nombre a las críticas de cualquier ciudadano, y ponen a disposición su prestigio, por cifras que son muy poco tentadoras en lo económico. Y si bien nadie pretende enriquecerse con la política, es cierto que tiene que haber un mínimo de reparo por la dedicación que cada una de esas personas pone. Es un tema largo, viejo, remanido. Pero también entendemos que la sociedad demanda, a veces, algunos gestos".

Si bien la disidencia interna está expuesta y declarada, el jefe de bloque afirmó que "en lo particular, pretendo tener con Juana Echezarreta, el mejor diálogo y tratar de generar un escenario de trabajo favorable y aprovechar las cualidades que Juana puede tener. Lo que nosotros hemos reclamado no es demasiado".

De todos modos señaló que "ella pertenece a un espacio que muestra intenciones fuertes de diferenciarse y que Marcos Nicolini lidera. En todas sus intervenciones lo que surge de Nicolini es una crítica o recelo o una propuesta de cambiar decisiones del Ejecutivo. Con eso, uno empieza a jugar un rol más cercano a la oposición que al de formar parte de ese proyecto. De todas maneras, para el bloque espero sinceramente que trabajemos de manera mancomunada y espero que se pueda reconvertir esta situación".

"Por lo pronto, yo abriré todos los canales de diálogo que sean necesarios, y después será una responsabilidad individual de cuál será el rol que cada uno quiera jugar", analizó.

Consultado sobre si la postura del nicolinismo tiene que ver con haberse quedado sin espacios dentro del Departamento Ejecutivo, Civalleri contestó que "puede ser", aunque recordó que "tengo entendido, porque no he participado de la conformación del nuevo gabinete, que Marcos había propuesto una lista con diez nombres, de los cuales tres, fueron convocados y aparentemente no han sido aceptados. Y algunos otros nombres jugaron un rol muy duro para con el intendente y es ingenuo pretender que se le pueda imponer a quien lidera un proyecto, nombres que lo incomoden, al punto tal de estar jugando en las redes a criticar, o a la gestión de gobierno o al propio Intendente".

Y añadió que "Lunghi ha actuado bien. Este es un gobierno que lleva mucho tiempo, donde algunas de esas personas han tenido oportunidades dentro del gobierno, pero han elegido jugar un rol opositor interno, marcarlo muy fuertemente y eso trae, a la larga, alguna consecuencia y algún recelo".

"Si uno se dedica sistemáticamente a señalar errores, o poner condicionamientos en temas que son centrales para la gestión, cuando uno empieza a poner de alguna manera en riesgo la gobernabilidad, uno no forma más parte del proyecto que gobierna", indicó y pidió "sacarse la careta y decir dónde está parado cada uno. Si uno va a jugar un rol cuasiopositor, hay que ponerse el traje y aceptarlo de esa manera. Pero no se puede pretender tener las prerrogativas de quienes forman parte del gobierno; y por otro lado, sistemáticamente estar criticando u obstruyendo medidas del mismo gobierno".