En la tarde de ayer, impulsada por la hermana y los hijos de Valeria, tuvo lugar una marcha en reclamo de justicia que se inició en la esquina de Pinto y Rodríguez y luego se movilizó por las calles céntricas.

La movida estuvo acompañada por representantes de organizaciones sociales, feministas y por la comunidad en general, quienes piden una rápida y certera investigación del hecho.

Valeria sufrió gravísimas quemaduras en todo el cuerpo en la noche del 18 de enero último, en el interior del domicilio de calle Thomas 289, que compartía con su pareja, Roberto "Piru" Pereyra, la única persona que se encontraba con ella en ese momento.

Pasadas las 23, Valeria apareció en la puerta de su casa, completamente en llamas y fue asistida por los vecinos que se alarmaron con sus gritos.

Inicialmente, la pesquisa se orientó hacia un intento de suicidio "a lo bonzo" de la mujer, algo que también declaró Pereyra ante la policía, mientras estuvo retenido en la Comisaría Primera, en la madrugada del domingo 19, mientras Valeria agonizaba en la Terapia Intensiva del Hospital Santamarina. Ese mismo día, en horas de la tarde, la mujer, de 39 años, dejaba de existir por las secuelas del fuego en su cuerpo.

Según "Piru", la propia Valeria imprevistamente tomó un bidón de nafta que había en la casa, se roció con ella y se prendió fuego.

Sin embargo, las declaraciones de algunos testigos que observaron algunas actitudes de Pereyra mientras su pareja ardía, sumado a un historial de violencia y acoso que quienes conocieron a la pareja, aseguran que la mujer padecía por parte de su novio, empujaron a la familia de la víctima a descreer de la hipótesis del suicidio y demandan a los actores judiciales a cargo de la investigación, que avancen en el expediente "con perspectiva de género".

Estela Falcón, hermana de Valeria, impulsora de la marcha, recordó que "desde un primer momento dije que esto era un femicidio. Cuando me avisaron, esa madrugada, fuimos al hospital con mi otra hermana. Valeria llegó con el 80 % del cuerpo quemado. La única persona ahí, era la pareja, Pereyra. Al otro día fui al barrio y hablé con los vecinos. Ya ahí no me cerraba nada".

La mujer asegura que según los testimonios que recogió "en la pareja había violencia, ellos discutían, el vecino que la ayudó, escuchó que esa noche habían discutido".

Valeria tenía seis hijos, con su anterior pareja. Dos de ellos ya son mayores de edad y buscarán presentarse en la causa como particulares damnificados; mientras que los otros 4, menores, se encuentran en proceso de adopción, ya que la justicia de familia los sacó del ámbito familiar cuando Valeria estaba con su pareja anterior, donde sufría constantes episodios de violencia doméstica.

"VALERIA SUFRIÓ VULNERACIONES TODA SU VIDA"

Laura Sueldo, referente del Movimiento Evita, recordó que Valeria Machado "participaba de la unidad productiva en Ronicevi y estábamos en conocimiento de su situación, que sufría violencia de género. Las compañeras la habían ayudado en varias oportunidades, para que se fuera. Se había ido y había vuelto. Ella no quería denunciarlo porque quería recuperar a sus hijos".

Sobre la investigación por su muerte, Sueldo explicó que "la justicia no se ha manifestado, no sabemos lo que están resolviendo. Pero pensamos que haya sido suicidio o femicidio, sabemos que fue en un contexto de violencia de género. Valeria estaba en un ambiente tóxico del que no podía salir, por temor a su pareja y al Estado también".

"Valeria venía sufriendo vulneraciones a lo largo de toda su vida. Y el Estado no había podido resolver su situación, como el de tantas otras mujeres. Porque resuelven a partir de la emergencia y eso no alcanza, porque es un camino muy largo el que tiene que recorrer la mujer que sufre violencia de género", aseguró.

Remarcó que "el Estado es responsable de lo que le pasó a Valeria, como a tantas otras mujeres" y explicó que el reclamo de la marcha de ayer, "es para que no se cierre la causa, que se haga justicia de manera ecuánime, que se convoque a mucha gente que quiere aportar datos e información".

"El femicidio es algo final y extremo, pero hay muchos eslabones previos que hay que trabajar en la sociedad, para visibilizar y concientizar a los varones para que empiecen a revisar sus acciones", reflexionó.