"Locutores, operadores y periodistas de esta ciudad y de la zona hicieron nacer en mí una pasión muy fuerte por la magia que se produce cuando emigran los sonidos de esa caja que considero mágica. Ojalá que los más jóvenes se enamoren también de esta tradición de escuchar por el solo placer de hacerlo.

Cuando concluya estas crónicas las acercaré a las bibliotecas de las carreras de Comunicación Social y Periodismo para que los estudiantes tomen contacto con las trayectorias de los hombres y mujeres que ejerciendo su profesión delante de un micrófono o manejando una consola ayudaron a generar una identidad regional muy fuerte", señaló el investigador. Además agregó que lo que se recaude mediante la venta de ejemplares será donado a una entidad de bien público. En el proyecto también trabaja Camila Veloz, estudiante de Comunicación e hija del reconocido reportero gráfico Luis Veloz.