Desde hace alrededor de diez días, Diego Bustos se encontraba internado en el Sanatorio Tandil y luchando por mejorar su estado de salud. Sin embargo, en las primeras horas de hoy la noticia de su fallecimiento invadió de tristeza a la sociedad tandilense, en donde era muy reconocido por haber sido docente, entrenador y uno de los fundadores y propietarios de Escualo.

A fin de año, el pasado 29 de diciembre, Bustos había tenido un merecido homenaje. Aquella mañana, el Honorable Concejo Deliberante lo distinguió como "Personalidad destacada del deporte". El formador estuvo acompañado por su esposa, Josefina Rife, en un emotivo acto que se realizó para destacar su interminable trayectoria.

Don Diego, como muchos lo llamaban, formó una gran familia junto a su mujer Josefina. Fruto ese ese matrimonio tuvieron tres hijos, Mariana, Milagros y Diego, quienes siguen al frente de una empresa familiar distinguida y consolidada en la ciudad.

A los 72 años se fue uno de los grandes sinónimos del deporte en Tandil, teniendo en cuenta su labor docente, su desempeño como entrenador, dirigente deportivo, como formador de varias generaciones de deportistas y referente indiscutido del voley de nuestra ciudad.