6 de abril de 2021
"Pascua" significa "paso", tránsito, salto, o transformación. Es una transición hacia otro estadío. ¿Qué nos trae hoy esta situación para los millones de hogares sin techo de nuestro país? ¿Para los miles de hogares sin techo de nuestra ciudad? ¿Qué "paso" hay para los 16 mil hogares inquilinos de Tandil? Ese tercio de nuestra comunidad.
En esta Pascua se venció el Decreto para los alquileres de
vivienda, que prorrogaba los contratos, congelaba precios y suspendía
desalojos. Ese decreto que fue necesario, porque los años de crisis económica
se profundizaron con la pandemia, generando mayor vulnerabilidad y pobreza.
El vencimiento, de este decreto, además vino acompañado por
un tremendo golpe de mercado, del sector concentrado del negocio inmobiliario,
para generar nuevos abusos y combatir, como solo ellos saben hacerlo, contra la
nueva ley de alquileres. Para que nunca más nos animemos a la más mínima
intervención en el mercado de la vivienda, y para convencernos de que la
vivienda no es un derecho.
Pero, como si fuera poco, una nueva ola de contagios,
producto del covid- 19, acecha otra vez, con la incertidumbre o el miedo de
nuevas dificultades. Otra vez estamos empantanados.
Todos los días recibimos, y recibo consultas, desesperadas
muchas de ellas, porque no se cumple la ley de alquileres, por los abusos de
parte de algunos propietarios, por los abusos de las comisiones inmobiliarias
inmorales, y porque en las renovaciones, el golpe de mercado se expresa en
dejar las casas vacías, con carteles de venta permanente, o en su defecto
ofrecer aumentos de entre el 50 y el 100%. Nadie puede hacer frente a estos
valores. Ni siquiera aquellos hogares que durante la pandemia no se habían
endeudado. Todos los días tenemos llamados y mensajes de situaciones que son
cuasi de calle.
Hoy, por ejemplo, y como viene siendo en la pandemia, y
seguirá siendo durante abril, tuvimos 5 consultas desesperadas. 4 de quienes ya
no pueden pagar los aumentos y no saben adónde ir. Su vida empeorará
decididamente. Otra consulta, un contrato que viola ley, ya que no cumple con
los 3 años pautados, y que además la parte propietaria fuerza a un desalojo
inmediato, bajo amenazas violentas, aunque la parte inquilina pagó todos los
meses. Pero no cumplió, según la parte propietaria, con las ilegales y
discriminatorias condiciones acerca de la vida personal de la parte inquilina,
que el propietario desea que se cumplan para alquilar. Todo ilegal y violento.
Bien. ¿Qué se puede hacer? Acompañamos y asesoramos. Luego
también intervino la Oficina Municipal de Atención para Inquilinos. No
funcionó. Como es voluntaria, la parte propietaria volvió a presionar
violentamente. 1 mes y a la calle. Ni siquiera cumple con los ilegales 6 meses
de contrato.
¿Qué respuesta hay de parte del Estado? Ninguna. A nivel
local no les interesa el destino y el drama de miles de familias sin techo.
Pero tampoco hay respuesta a otro nivel del Estado. Lo hubo durante la pandemia
a nivel nacional. El decreto, para atemperar la situación, y luego de años de trabajo
y lucha, la nueva ley de alquileres, que otorga mínimos derechos. Pero el
reciente Protocolo de Alerta Temprana ante situaciones de desalojos, de
carácter nacional, carece de pies y de cabeza.
¿Podemos pensar en más familias en la calle durante la pandemia,
ante una nueva ola de contagios? ¿Podemos dejar que miles de hogares dejen de
comer dignamente para dejar lo poco que tienen en algo impagable? ¿Podemos
dejar que se sigan hacinando, o peor aún, se endeuden con prestamistas usureros
del mercado negro que tanto abunda?
Nos endurecemos, para no perder jamás la ternura. Seguiremos
luchando, trabajando y legislando para construir una comunidad donde se pueda
vivir dignamente, donde dejemos de dar pasos al vacío, donde la política no
pierda jamás, jamás, pero jamás, la empatía con quiénes más necesitan. Y la
indignación ante lo injusto. Está en nosotros.
Juan Arrizabalaga
*Concejal del Frente de Todos
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"No bajo los brazos"