Jorge Viviani es un trabajador de la Salud Pública de Tandil y en forma voluntaria cuida, asiste y hace los trámites de una abuela de 85 años con cardiopatías, anticoagulada y una lesión severa en una mano, por lo que, cuando no está cumpliendo con su tarea en el Hospital Santamarina, aprovecha para realizar los trámites en el PAMI. 

Sin embargo, esta tarde se topó con la actitud desaprensiva de los empleados de la obra social que se negaron a atenderlo porque "no tiene turno", una traba burocrática que generó la indignación del técnico de laboratorio, que en forma totalmente desinteresada y porque la afiliada no tiene familiares, se ofreció a ayudarla. 

Viviani se comunicó con esta Redacción para sostener que "en estos momentos hay 3 empleados mirándome por la vidriera del PAMI, sin hacer nada, en vez de estar atendiéndome sólo por una cuestión humanitaria, necesito cambiar de médico de cabecera para facilitar los trámites de la abuela en los horarios en que no trabajo". 

El empleado, que además desempeña tareas en el área Covid, empujó la puerta al no ser atendido y "salió un señor Santiago Galeano a patotearme, cuando le pedí por favor, que se trata de una cuestión humanitaria. Les paso una foto de la mano de la abuela, que es de hace 20 días, ahora está en peor situación", relató a LA VOZ. 

"Esto no puede suceder, necesito cambiarla a un médico que tenga más acceso para acceder a las recetas y un seguimiento de su atención", marcó el sanitarista quien lamentó que "no es la primera vez que recibo este trato".