04/12/2021
Con propuestas diversas y con la participación de jóvenes
directores -en la edición 2021 Berenice Lavia, Clarisa Capdevila y Roberto
Dolade- se presentarán a un público general, como directores de proyectos
escénicos, otorgando miradas frescas y perspectivas novedosas a dispositivos
teatrales que se desarrollan en escenarios no convencionales y que, por un
momento, se transforman en agentes de la agenda cultural local.
En carne propia
¿Cómo ha sido el tránsito académico hasta la última práctica
integrada?
Berenice: el tránsito académico por la Facultad de Arte es
muy variado; la carrera te da la posibilidad de poder conocer el teatro en
todas sus facetas, las artísticas y teóricas. Nosotres nos recibimos de
profesores de Teatro, pero aun así, la Facultad nos abre el campo de las
posibilidades escénicas. En ese sentido, antes de la última tenemos otras
prácticas integradas. En la primera, presentamos un monólogo con una temática
específica; a partir de ese punto, realizamos una creación colectiva con un
texto de autor que propone la cátedra y cada uno trabaja con su grupo hasta el
estreno. En la última, se nos otorgan herramientas para la dirección,
preproducción y producción y todo lo que implica generar una obra teatral.
Roberto: en mi caso, el tránsito fue en dos etapas: una
primera hace mucho tiempo -en el 95- con el primer título. Ahora, terminé la
licenciatura y el profesorado superior. Fue muy bueno, son dos momentos
distintos en lo personal y para la institución. Me sentí muy acompañado, con
una Facultad a la altura de la situación.
¿De qué va la propuesta?
Berenice: este año la propuesta fue distinta. Las prácticas
integradas se realizaban en el teatro La Fábrica, pero, a raíz de la pandemia,
la cátedra propuso una posibilidad de generar una transformación de la
propuesta: montar una obra de autor en un espacio cotidiano, doméstico, por
fuera del teatro. En ese espacio, entran en juego muchos factores, por ejemplo,
la disposición y la actitud del público que es partícipe de la puesta y se
mezcla con todas las sensaciones que ofrece el espacio, a partir de la
creación. Jugamos con todas esas posibilidades.
¿Y la construcción escénica en un espacio no convencional?
Roberto: en nuestro caso, vamos a hacer una obra de Andrés
Binetti, publicada por el Instituto Nacional del Teatro. El espacio es una
veterinaria: la elegimos a partir de la propuesta que hizo la cátedra de pensar
en un "teatro doméstico". Una veterinaria, por las características de la obra,
podía funcionar.
Berenice: todas las posibilidades que se generan en un
espacio teatral convencional ya no existen. Al tener una relación más directa
con el público, los actores generan un trabajo distinto. Manejás un teatro que
no es cotidiano para la dimensión teatral; es muy difícil "mentir" estas
cuestiones o generar muchos artilugios y escenas teatrales: se caen por sí
solas, es más directo y verdadero lo que se genera. Por parte de los actores,
se trata de una indagación con respecto al espacio que, si es dentro de una
casa, supone olores, ruidos, una atmósfera distinta.
El teatro nos da la posibilidad de crear a partir de la
escena, las luces, la corporeidad de los actores. Sin embargo, en este
contexto, en un espacio más cercano y reducido no se juegan estas cuestiones
porque no se pueden fingir. El nivel de verdad coincide casi con la búsqueda de
los personajes a partir de estas condiciones, generan acciones junto y en
conjunto con el espacio.
Es un texto muy fuerte y potente con una temática muy actual:
la eutanasia. Un trabajo muy grande desde la dirección y de las búsquedas
actorales.
¿Cuáles son las expectativas?
Roberto: estamos ansiosos por estrenar, es una situación
especial por el contexto post pandemia. Hace mucho tiempo que no contamos con
público en sala.
Berenice: como directora, me emocionan las ganas de volver
al teatro, pero también las posibilidades que se generaron a partir de este
proceso creativo que me dio la posibilidad de jaquear lo aprendido y dejar
entrar nuevas posibilidades, capitalizar las crisis y ahondar.
Siento que es una reivindicación frente a lo que acontecía.
Siendo teatrista independiente, no tengo espacio físico en el cual se pueda
crear y, esta posibilidad de hacerlo, montar una obra que me trasciende en
todos sentidos, abre un campo que deja bien claro una cuestión: el teatro no se
agota. Se transforma y muta y este contexto social nos permite no bajar los
brazos, sino encontrar otras posibilidades: transformar el teatro.
Las propuestas
"Cangrejal", a las 14, en Veterinaria Fernández
La obra de Andrés Binetti bucea por las entrañas más
profundas de dos personajes que transitan por un espacio donde se huele dolor,
sufrimiento, tristezas, alegrías y muerte. El deseo de abandonar el cuerpo abre
paso al recuerdo. Y es entonces que el tiempo parece detenerse. Cada movimiento
hunde más a sus protagonistas en un cangrejal enorme, donde la única salida
pareciera ser la última decisión irrevocable. No son más que reflejos en el
agua, siluetas oscuras que se quiebran cuando se agitan las corrientes. Haroldo
ha tomado una decisión y ella se dispone a asistir a la misma.
Actúan Emanuel Carassou y Soledad Tizón, bajo la dirección
de Roberto Doladé
"Camellos", a las 20:30, en 990 Estudio Sala
"Dicen que cuando te
morís es como si te durmieras. Como estar sentado en pelotas sin ver nada, sin
cuerpo, sin nada. Como un camello perdido en el desierto." Sed, hambre,
compañía. Las necesidades básicas del ser humano. Perdidos en el abismo
desierto de una habitación de pensión cargan en sus jorobas la anestesia a la
vida. Un boxeador, un recién llegado y Dorita Almada "El Ruiseñor de París",
disputan su lugar de poder dentro cuatro paredes que se caen a pedazos ¿Quién
la tiene más grande? ¿Están dispuestos a morir de sed?
Actúan Matías Pérez, Juan Pablo Rojas y Simón Herrera, con
dirección de Berenice Lavia.
"La prudencia", a las 21:30, en La Casa de la Palmera
Se trata de una pieza de Claudio Gotbeter. Fin de año.
Margarita y Trinidad celebran a desgano. Es tradición. Desean terminar un mal
año. Sueñan con que el nuevo sea mucho mejor. Suena el timbre. Es Nina ¿Es
Nina? Comienza la locura. ¿Abrir o no abrir la puerta? ¿Será o no será Nina?
Una desenfrenada carrera hacia la paranoia absoluta. Comenzó la guerra ¿Amigas
o enemigas? Una invitación al festejo, a la risa y a la reflexión.
Actúan Silvia Campi,
Marcela Miguel y Emiliano Alderete, con dirección de Clarisa Capdevila.
Las entradas son gratuitas con reserva previa y aforo
limitado.
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