El concejal Juan Arrizabalaga (Frente de Todos) apuntó contra los argumentos del mercado inmobiliario, sector que -según él- "quiere instalar la idea de que cualquier regulación es mala", todo en el marco del debate por la falta de viviendas para alquilar y los precios exorbitantes que se piden.

"Sin duda hay una crisis en el acceso a  la vivienda en Tandil, y dentro de ello, el drama en el mercado de alquileres. Lo venimos anunciando hace años y particularmente en el último tiempo. Sin embargo, ante la emergencia que produce esta situación y la confusión que reina entre los propios hogares inquilinos, el mercado inmobiliario quiere instalar la idea de que cualquier regulación es mala y que hay que dejarles hacer lo que ellos quieren. Y si no, sufriremos las consecuencias. Buscan que las y los inquilinos hablen el idioma del negocio inmobiliario", introdujo esta mañana. 

El referente de Patria Grande apuntó que "la crisis del acceso a la vivienda en Tandil no nació ayer, mucho menos con la Ley de alquileres, y tiene dos causas profundas. La primera causa es el desacople total entre los precios de las propiedades, lotes y viviendas, con respecto a los ingresos promedio de la  población. El boom inmobiliario que comenzó luego de la devaluación del 2002-3 fue generando una multiplicación de los precios. Esa situación generó un nuevo salto luego de la devaluación del 2016 y 2017, y comienza a estallar la burbuja inmobiliaria. La otra causa evidente es la ausencia de políticas públicas municipales en materia de vivienda en estos 20 años. Seguimos luchando por un Fondo de Vivienda Municipal que sea permanente y que permita generar lotes más baratos y otros programas habitacionales. La Pandemia profundizó estos problemas". 

Recordó que "Tandil sufrió una fuerte concentración de la propiedad, de más del 70% de propietarios a menos del 60%, y una duplicación de las y los inquilinos, del 15% a más del 30%. Todo esto es una ciudad con miles de nuevas construcciones. La ciudad crece generando 500 hogares inquilinos nuevos por año. Más de 6 mil millones de pesos en alquileres de vivienda anuales se transfieren de abajo hacia arriba y en negro en Tandil. Eso genera mayor concentración de la propiedad y de la riqueza. Esta situación de no acceder a un techo y de los continuos abusos dio lugar a la 1er Campaña en Defensa de las y los Inquilinos que iniciamos en 2015, y la lucha por un #AlquilerJusto en Tandil, creando la Red de Inquilinxs".

Al estallar la burbuja inmobiliaria -añadió-, "la cada vez mayor dolarización de la vivienda genera que por un lado no se vendan viviendas, ya que la rueda de compra - venta se cortó. Desde 2016 el mercado está estancado. Los inversores no se la pueden comprar y vender entre ellos por tiempo indefinido. Por otra parte, ningún hogar inquilino puede comprar un lote o una vivienda en el mercado. La construcción de viviendas en el sector privado no es una solución a la crisis de la vivienda. Las viviendas quedan vacías, con carteles en venta, de ventas que no existen. O se la venden a sectores con altos ingresos de otras ciudades. Pero no a tandilenses que no tengan vivienda propia. En segundo lugar, y como consecuencia de ello, la rentabilidad esperada en los alquileres, en relación al precio en dólares de la vivienda, genera una expectativa en los multipropietarios que no puede realizarse en el mercado de alquileres de vivienda. Hay un absoluto desacople con bolsillo inquilino. La ley de Alquileres no es más que una falsa excusa. Mientras tanto, las viviendas ociosas se valorizan en dólares. Esa "espera" tiene nombre; se llama especulación inmobiliaria".

Por otro lado, muchas propiedades "van al mercado de los alquileres turísticos temporarios. Cientos de departamentos o viviendas de la zona central de la ciudad operan de manera informal a través de las plataformas transnacionales de alquiler turístico como Airbnb o Booking. Plataformas que no dejan nada en la ciudad ni nadie las controla. Un departamento cobra entre 5 mil y 8 mil pesos el día en alquiler temporario. Durante enero y febrero, algunos de estos departamentos están con ocupación plena. O sea, entre 150 y 200 mil pesos al mes. Imposible para los hogares inquilinos tandilenses o para las y los estudiantes universitarios que necesitan alquilar. Esto quita viviendas del mercado y presiona fuertes subas de precios en los alquileres. Además de que no pagan ninguna tasa municipal como los alojamientos habilitados. Hay cientos de deptos en esta situación. Presentamos un proyecto para su regulación, pero el gobierno municipal, que tiene la potestad y la obligación de hacerlo, no hace nada".

Arrizabalaga enfatizó que el mercado busca "contratos cortos de 6 meses a 1 año, con precios totalmente liberados, mercado en negro, comisión inmobiliaria que pague las y los inquilinos. Con el mercado en negro, contratos lo más cortos posibles, y liberación total de precios, las y los inquilinos quedan seriamente debilitados. A eso se suma los frecuentes abusos de no devolver los depósitos, las comisiones inmobiliarias fuera de ley, no alquilar con hijos ni mascotas, no arreglar las viviendas, cobrar las expensas extraordinarias, etc. Cuando el negocio inmobiliario y algún sector político pide "derogar la ley de alquileres", no está defendiendo a las y los inquilinos. Quitar las viviendas del mercado u ofrecer renovaciones de contratos con aumentos exorbitantes tiene como objetivo mayor rentabilidad y discrecionalidad para ellos. Pero además esas condiciones van a fortalecer la crisis de la oferta de viviendas y la situación de vulnerabilidad extrema de quienes alquilan. Está presiones que describimos tienen nombre. Se llama "golpe de mercado", culminó el edil.