El capítulo 16 del certamen de la segunda categoría del fútbol argentino arrojó una nueva caída del representante de nuestra ciudad, con varios datos que no pasaron desapercibidos en la soleada tarde del sábado en el estadio San Martín. Parte del público, que se encontraba en la tribuna techada, cantó en varios pasajes del juego contra la dirigencia y sobre el final se pidió por la partida de los integrantes de la comisión directiva. Los jugadores tampoco se salvaron, ya que la parcialidad local pidió más actitud, entre otras cosas.

La realidad indica que uno de los principales factores para explicar el triste presente del equipo data de las malas decisiones dirigenciales que se fueron tomando desde el inicio de la temporada. La llegada de Cejas, quien apenas dirigió ocho partidos, la juventud de un plantel  sin futbolistas con roce en la divisional, sumado a las diferencias que se evidenciaron a la hora de elegir a Mariano González y Osvaldo Barsottini, como entrenadores, terminaron de romper la armonía entre quienes están al frente del club.

En la actualidad, la presidenta Fernanda Rossi relegó, en la toma de decisiones, a Pablo Bossio y Guillermo Scarsella, para refugiarse en otros dirigentes de menor peso. Mientras que, uno de ellos, se encuentra en República Dominicana, país al que viajó para tratar de iniciar negociaciones y poder vender futbolistas de la entidad tandilense a la ignota liga caribeña. Una partida totalmente inoportuna, debido al delicado presente del aurinegro en el certamen.

Un cumulo de malas decisiones dirigenciales siguen repercutiendo seriamente en el presente de Santamarina en la Primera Nacional. Veinte partidos quedan por delante y un mercado de pases latente para intentar cambiar un rumbo que cada día parece más complejo. Las autoridades del club deberán dejar sus diferencias, y egos, de lado para tratar de dar una cierta tranquilidad para tratar de revertir la actualidad que lo encuentra en zona de descenso.

Por lo pronto, ayer luego del partido, varios integrantes de la CD se juntaron en el campo de juego para conversar y tratar de buscar soluciones. El primer obstáculo será la elección de refuerzos, donde deberán ponerse de acuerdo para darle un salto de jerarquía al joven plantel.

Santamarina, lamentablemente, en el certamen es un fiel reflejo de los problemas internos que tienen sus dirigentes que, en caso de seguir por este camino, el panorama podría ser más delicado para la segunda parte del campeonato.