30/03/2023

Opinión

Tandil del Bicentenario: Lo mejor está por venir

Nuestro querido Tandil pasó de ser en 1823 una pequeña aldea, que albergaba uno de los fuertes de la línea de fortines desplegado por Martín Rodriguez gracias a la altura de sus sierras a transformarse 200 años después en una de las mejores ciudades de la Argentina por la calidad de vida que brinda a sus ciudadanos. Nunca dejó de crecer.

En cada momento histórico los tandilenses supimos destacarnos y construir una comunidad pujante, solidaria y comprometida imbuida de una visión y misión muy claras: hacer de Tandil un lugar distinto, distinguido, logrando que quien nos visite no quede indiferente. Siempre ha sido un espacio de desarrollo y oportunidades.

Ya en el Centenario, 1923, su distinguido Palacio municipal, su incomparable Plaza Independencia, el Hospital Ramón Santamarina, la Iglesia Santa Ana, la Escuela Granja, el Banco Nación, y el Parque Independencia, entre otros, mostraban indicios de un gran porvenir.

Y así se fue verificando en cada momento siempre sostenido en la Cultura del Trabajo y la capacidad de innovar: ya sea en los tiempos del ferrocarril o en que la actividad canteril fue furor, luego cuando Tandil se ganó un lugar muy reconocido en la industria automotriz y metalmecánica del país y de la región, con  el acierto de la creación de la Universidad como polo educativo regional de gran calidad, con el sector agroindustrial innovando permanentemente, con sus incomparables salamines y quesos, con sus deportistas y artistas, y en los últimos años con el desarrollo de las industrias limpias del turismo y del software como testimonio de un Tandil que mira hacia al futuro.

Luego de este rápido raconto histórico: ¿Cuál es el desafío para lo que viene? El desafío es Crecer Bien. Planificar el crecimiento con criterio de sustentabilidad. Pensar con sentido estratégico y de largo plazo cada paso que vamos a dar de ahora en más para garantizar y proyectar lo logrado de manera tal de administrar las tensiones naturales que genera crecer. En definitiva, consolidar a Tandil como un reservorio único de Buena Vida, de tranquilidad, de oportunidades y de gran futuro.

Los que somos contemporáneos a este Bicentenario contamos con un reaseguro: contamos con una sociedad madura de buena madera que recibe la posta de los grandes hombres y mujeres de estos primeros 200 años y nos toca aprestarnos para construir con responsabilidad los próximos 100 años.

¡Feliz Dos Siglos querido Tandil! Lo mejor está por venir.

Gonzalo Santamarina - Acción Tandilense

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