Desde temprano el amplio espacio verde se fue cubriendo de familias que llegaban desde diferentes zonas de la ciudad dispuestas a disfrutar de una fiesta en una agradable tarde otoñal.

La jornada comenzó con una propuesta artística de la Ludoteca y María Cieri y Emanuel Alcalá que producían meriendas grabadas con diseños de Tandil, mientras clowns, estatuas vivientes y malabaristas se presentaban en sectores del parque.

Poco después de las 15.30 hs. Milo Lockett y Manuel Paz subieron al escenario, ubicado a pocos metros de la gran escultura del Argentinosaurus, para saludar a los cientos de niñas y niños que esperaban ansiosos en las distintas estaciones que se dispusieron en las que tenían los elementos para pintar y hacer sus creaciones.

En ese momento Lockett señaló que "creemos que lo que tenemos que fortalecer en los chicos es la educación emocional, su autoestima. Pensamos que si nosotros los felicitamos y nosotros los miramos como adultos, no importa cómo esté compuesta la familia o donde vive el niño, sino la mirada del adulto es muy importante. Ese abrazo, el cariño, hace que una persona se sienta segura y que su autoestima crezca".

"Cuando un chico hace un dibujo y el adulto lo reconoce porque lo pega en la puerta de la heladera, porque hace un cuadro, porque lo pone en el escritorio o porque lo pone en la casa en un lugar importante, está haciendo un reconocimiento de una construcción emocional totalmente distinta. Me parece que esa es la escuela que nosotros tenemos que hacer, la escuela del cariño", afirmó.

Finalmente detalló que "así que hoy haremos eso, vamos a pasar por todas las hojas, por todos los trabajos, los vamos a acompañar, pero quiero que entiendan que estamos haciendo un encuentro de pintura, no es una clase de pintura ni una competencia".

Luego de la introducción Lockett y Paz recorrieron las estaciones, estuvieron con las chicas y chicos, se tomaron fotos, les firmaron las hojas que dibujaron y compartieron la gran tarde de fiesta dedicada a la niñez y a la familia como parte de las celebraciones por el bicentenario de la ciudad.

El intendente Miguel Lunghi, que siguió de cerca las actividades, resaltó "la gran participación de familias tandilenses" y aseguró que "una vez más miles de tandilenses nos reunimos en un espacio público para encontrarnos, disfrutar, compartir y divertirnos".

"Este es el bicentenario de todos y lo estamos celebrando de esa manera y con actividades que reflejan los ejes estratégicos de la ciudad que estamos construyendo juntos. Ayer compartimos una tarde de deporte, recreación y actividad física porque queremos construir una ciudad más saludable. Hoy tuvimos otra gran jornada de encuentro, de integración social y convivencia en la diversidad, vinculada a la educación, al arte y a los más chicos. Si queremos tener una sociedad mejor en el futuro, tenemos que tener niñas y niños felices y hoy creo que cientos de chicos se fueron contentos a casa y eso es lo mejor que nos podía pasar", completó.

Luego del encuentro creativo con Milo Lockett y Manuel Paz, en el escenario se presentó el espectáculo "Guiso de la risa" de las compañías: Lupa, títeres y muñecos/ La Ñata Roja/ Vitorito and Sommier, que divirtió a grandes y chicos marcando el cierre de la jornada.

Una gran atracción

Por sus dimensiones, es la escultura más grande del parque, la réplica tamaño natural del Argentinosaurus fue una de las máximas atracciones de la jornada y de los principales objetivos de las fotos y videos.

Con 48 metros de largo, 19 metros de alto y un peso de entre 10 y 12 toneladas, la escultura fue construida en el taller Hermanos del Arte y trasladada en partes hasta el Parque del Origen donde se la montó en un sector especialmente preparado.

El proceso demandó unos 20 meses desde la confección de los planos, la maqueta, la preparación del terreno, construcción de la estructura y su montaje final. El costo total de la escultura fue donado por Marcelo Alonso y las tareas para el montaje fueron financiadas con aportes de la comunidad.

Esta iniciativa permitirá continuar avanzando en el proceso de puesta en valor del espacio verde que visitan a diario cientos de tandilenses y que ya se convirtió en un clásico de la ciudad.