29/03/2024
Este Viernes Santo, en horas de la tarde, y como es habitual, se llevó a cabo la tradicional Procesión del Santo Entierro con el Cristo Yacente, que se inició en Avenida España, al pie del Cerro El Calvario, y culminó en la Parroquia del Santísimo Sacramento, Iglesia Matriz de nuestra ciudad.
Un buen número de fieles acompañó el acto
litúrgico, uno de los encuentros más emblemáticos de la Semana Santa, que tuvo
el mensaje del cura Rafael Grassetti.
En su breve mensaje, el sacerdote recordó
que "en estos días santos, el credo más antiguo que nosotros rezamos dice que
Jesús murió por nuestros pecados conforme a la Escritura y fue sepultado;
resucitó conforme a las Escrituras y se apareció. Se manifestó. Es un
testimonio profundamente lleno de valor y sentido teológico, que el Apóstol San
Pablo recogió de una antigua liturgia y quiso incluir en su primera carta los
Corintios".
"Y miren ustedes cómo, al confesar la fe en
la muerte de Jesús, Jesucristo murió por nuestros pecados, se confiesa también su
sepultura. Fue sepultado. La sepultura de Cristo es la constatación de la
veracidad de la muerte del Señor. Es sepultado porque murió verdaderamente, lo
mismo que se apareció, porque resucitó verdaderamente".
"Y entonces, la sepultura del Señor, es
para nosotros la oportunidad de contemplar el misterio de su Pasión y de su
muerte. Hoy dirigimos entonces nuestros ojos al Crucificado, y descubrimos que
su muerte no es una muerte aparente, sino verdadera; y no es una muerte
superficial, sino llena de sentido. Qué provechosa será nuestra vida si
nosotros descubrimos el valor de que Cristo murió por mí, murió por tí, murió
por cada uno de nosotros y el mundo entero".
"Entonces, en esta tarde del Viernes Santo,
lo mismo que los buenos Nicodemo y José De Arimatea, nos hemos acercado a la
cruz, hemos descargado el cuerpo inerte de Jesús, lo hemos alzado en brazos y
colocado sobre una tabla, para llevar a sepultar".
"Esta procesión del Santo Entierro, es
entonces, para nosotros, la oportunidad de agradecer al Señor, por el don
inmenso de su vida que ha ofrecido por todos y cada uno de nosotros en la Cruz".
"¿Qué gracia podemos pedir al Señor antes
de despedirnos de él? En esta ciudad bicentenaria, vamos a conmemorar el
próximo mes de junio, los 170 años de la creación de esta parroquia matriz. La Parroquia
del Santísimo Sacramento. Es oportunidad entonces, que, en esta tarde,
contemplando el cuerpo de Jesús, le pidamos al Señor que reavive en nosotros,
el don de la fe. Es la primera gracia que le pedimos el Señor. La fe. Aumente
en nosotros la fe, que es un don de Dios y que Dios da a quien lo pide,
insistentemente. Vamos a pedirle al Señor para esta parroquia y esta comunidad,
que nos conceda la alegría de la Pascua".
"Al saber que el Señor ha muerto por cada
uno de nosotros, sintamos en el corazón muy profundamente la alegría de su
presencia y la pacificación de nuestro corazón, que, junto a la alegría, el Señor
también nos da la paz. Y otra gracia que vamos a pedirle el señor en esta tarde
santa, es la de la caridad. Que perfeccione en nosotros, que dilate en nuestro
corazón, el deseo de vivir siempre, constantemente, en el ejercicio de las
obras buenas, hacer el bien, ejercitarnos en la caridad, la fe, la alegría de
la Pascua, la paz del corazón, la caridad genuina, son las gracias que pedimos
al Señor, renueve en todos nosotros y en nuestra comunidad".
"Lo pedimos al Señor junto con todas las
intenciones que cada uno de nosotros tengamos en el corazón", cerró el padre
Grassetti, con el rezo del Padre Nuestro.
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