1 de diciembre de 2024
Se trata de una causa penal iniciada este año por los desarrolladores de un proyecto inmobiliario, contra el Juez en lo Civil y Comercial, José Zárate; y el conocido empresario de nuestro medio, Luis Cerone, a quienes acusan de intentar extorsionarlos para destrabar el avance del desarrollo, emplazado en la zona del Paraje El Centinela.
El abogado denunciante es el reconocido
letrado Julio César "Coco" Ballestero, quien días atrás estuvo en Tandil,
reunido con sus representados.
En diálogo con LA VOZ DE TANDIL, Ballestero
contó la compleja trama por la que decidió involucrarse en la causa, una vez
que sus clientes le presentaron la documentación que acreditaría el incorrecto
accionar del magistrado local.
"Yo tengo un gran respeto apriorístico por
cualquier magistrado, así que cuando a nosotros nos vinieron a plantearnos el
caso, hicimos una evaluación bastante profunda de la situación, porque de
ninguna manera yo quería patrocinar una denuncia que no tuviera fundamentos. Y
nos tomó más de un mes analizar toda la documentación, y creímos que debíamos
colaborar jurídicamente con quienes eran damnificados de una maniobra que se
gestó fuera de un expediente judicial, se concretó dentro de un expediente
judicial y que para nosotros era una maniobra extorsiva, con utilización de
instrumentos que presumimos ideológicamente falsos, y con el remate de un juez
que dictó medidas y hasta ofreció dinero de su propio peculio, para concretar
ese arreglo en favor de quienes demandaban", detalló en el comienzo de la
charla, el querellante.
La situación lleva varios años. Se inicia tras
la muerte del propietario de las tierras, Ángel María Valiente Noailles, con el
posterior juicio sucesorio y la herencia del predio, que recayó en Jorge
Valiente Noailles. Éste, a su vez, cedió los derechos hereditarios a una
sociedad conformada por Martín Burs y Jorge Heter. En ese contexto, éstos
decidieron emprender un proyecto inmobiliario, del que hicieron parte a Gastón
Giove, en calidad de desarrollador de lo que hoy se conoce como "Miradores de
Montecristo".
De acuerdo a lo que explica Ballestero, "en
una porción mínima de ese predio se había instalado un señor, Juan Miguel Ramírez,
que, estimulado por un empresario conocido de esta ciudad, el señor (Luis) Cerone,
pretendía quedarse con todo el predio, diciendo que estaba hace mucho tiempo,
etc.".
"A partir de ahí empezaron las exigencias,
conversaciones extrajudiciales, con una intervención directa de este
empresario, cara a cara, pedía 500 mil, 600 mil dólares, 700 mil dólares, para
que el señor Ramírez no demandara. O no molestara. Y a esas conversaciones se
le fueron sumando amenazas, como, por ejemplo, 'si van a la justicia ya van a
ver lo que les va a pasar', un montón de situaciones que, efectivamente,
después se fueron corroborando", añadió el letrado patrocinante de Burs y Heter.
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