17 de diciembre de 2008
Se lo vio sonriente en todo momento. Feliz. Era su noche. Fue su gran noche.
A José María Guimet se lo vio responder saludos y felicitaciones a la distancia, desde el escenario y hacia donde se encontraba el último concurrente. En algún momento, con los puños cerrados en señal de “¡Vamos todavía!”.
Y no era para menos.
El “Coco” del teatro, de las Escenas de la Redención, de los micrófonos mágicos, se instaló en Tandil casi 40 años atrás. La vida lo devino en “más tandilero que la Piedra Movediza”, como hubiera dicho el cantautor Alberto Danza.
Fue pionero en la radio pionera, LU 22. Todos sus compañeros y compañeras recuerdan sus creaciones artísticas durante el largo período que estuvo al frente de la programación.
El locutor Rubén “Cacho” González recordaba por estos días que no hace mucho, hacía falta encontrar un título para el programa de agenda y comentarios de espectáculos que se difunde los sábados al mediodía. Lo consultaron a Guimet y en contados segundos se hizo la luz para el título: “Fuerte el aplauso”, que sin duda es sinónimo de espectáculo.
NADA LIBRADO AL AZAR
Entregó la estatuilla la Directora general de Cultura y Educación, Claudia Castro, mientras que José De Lorenzo le obsequió al homenajeado una copia del video que realizó el cineasta lugareño Fabián Flores, con la colaboración del escritor Néstor Dipaola.
El poeta Julio Villaverde leyó un soneto de su autoría, dedicado a José María. Luego la gente se emocionó cuando se proyectó el video, y tras los premios, Guimet agradeció conmovido, aunque se permitió el lujo de contar sabrosas anécdotas de manera actoral y pintoresca al mismo tiempo.
Las magistrales interpretaciones musicales de Miguel Ferraggine y Mario Del Miguel, la excelente conducción de la profesional Andrea Rossetti, y el particular decorado de la sala que le imprimió una vez más Sergio Montani, complementaron las notas distintivas de una noche diferente.
Una noche de radio. De teatro. De realidades. De vida, en definitiva.
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