El Municipio y el Casino de Tandil anuncian para este lunes -30 de marzo- la primera entrega de la estatuilla Küme Che (Buena gente) de este año, en un acto a realizarse a las 21 en el local de la avenida Buzón esquina Falucho.
En la oportunidad el homenajeado será el maestro Antonio Rizzo, figura emblemática e histórica de las artes plásticas lugareñas.
La curiosidad y los sueños fueron siempre una constante en la vida de Antonio Alfredo Rizzo. Por eso que cuando allá por 1933, con sólo seis años, se iba aproximando a Tandil junto a sus padres, recibió el primer impacto fuerte por la imponencia del paisaje que cortaba la inmensa llanura de ese largo viaje desde Buenos Aires.
Rizzo había nacido en Cosenza, Italia, el 18 de julio de 1927. Tras una corta estadía en la Capital Federal, su familia se vino para este valle y aquí se quedaron para siempre, junto a unos pocos familiares que se habían instalado un poco antes.
Su abuelo se dedicaba a restaurar iglesias en Italia. Y su papá fue un exquisito artesano en la construcción con piedra. Por eso, ni bien llegó a Tandil, consiguió trabajo y realizó obras que quedaron para la posteridad, como la plazoleta que está enfrente del Hospital Municipal, las columnas de la plaza Moreno y los capiteles de la Iglesia Matriz.
Con estos antecedentes, Antonio no podría haber sido otra cosa que lo que es: artista y maestro. Y antes que nada, amigo.

TODO UN HACEDOR
Es un trabajador de la cultura incansable y su amor por la ciudad que adoptó como suya lo llevó a dejar aquí una obra de la que deberemos agradecerle eternamente.
Además de dedicarse a la pintura, cerámica y escultura -y enseñar- ha sido un prolífico fundador de escuelas de artes. En Tandil, la de Cerámica. Y estuvo en el movimiento pionero que dio lugar al emblemático Centro Polivalente de Arte. Escuelas similares fundó en las vecinas ciudades de Benito Juárez y Adolfo Gonzales Chaves, y fue profesor también en Rauch, además de haber sido director del Museo de Bellas Artes de esa ciudad.
Desde 1998 dirige en Tandil el Taller de Perfeccionamiento “Leonardo Da Vinci”.
Tiene una hija, Graciela, que se desempeña en Buenos Aires como periodista y escritora.
La distinción de la que será objeto el lunes, cuenta con el respaldo unánime de la gente de su misma actividad y de todos quienes lo conocen, que por cierto son muchísimos porque Antonio ha sabido ganar amistades en todos los sectores.