La convergencia, o cuádruple play, servirá para fortalecer el sistema
educativo y para inducir costos que permitan mayor equidad en las
comunicaciones porque el servicio mayorista que se entrega en la Quiaca
vale u$s 248 por mega de transmisión de datos y en Buenos Aires apenas
cuesta u$s 25, explicó Miguel de Godoy, titular del Ente Nacional de
Comunicaciones (Enacom), en diálogo con Télam.
Telam: Este paso que se da con el cuádruple play o convergencia, en la
multiplicidad de accesos a la comunicación, tendría que estar vinculado
también al sistema educativo argentino?
MdG: Internet no es el fin. Internet es una herramienta. Un paso es
entregar esa herramienta, esa interconexión, y a la vez, tenés que dar el
entorno para que esa herramienta pueda ser útil. Tendremos que enseñar a
los maestros a utilizarla. Hay que enseñar a los chicos a utilizar esa
herramienta y a partir de allí se estaría conformando todo en un verdadero
círculo virtuoso...Si conectás a una escuela pero no instruís a los
profesores sobre cómo usar esa herramienta, sería completamente inútil.
T.: Esta interconexión implicaría también una reducción de costos para las
pymes, que son las que más sufren la ineficiencia del sistema de
comunicaciones?
MdG: Yo te voy a dar un ejemplo práctico. En el mercado, el mayorista
satelital le vende a la empresa prestadora del servicio de datos a u$s 248
un mega de conexión en la Quiaca mientras que en la ciudad de Buenos Aires
vale u$s 25. Fijate qué grado de inequidad marca una zona con la otra.
Entonces hay que llegar hasta ahí. Ahora se va a poder llegar hasta ahí (La
Quiaca) con Arsat.
T.: ¿La infraestructura que tiene el Estado puede servir para este
objetivo?
MdG: La infraestructura que tiene el Estado sirve para esto. Tenés que
llegar adonde los otros no llegan. Y hay que llegar incluso adonde los
otros llegan y tienen esta estructura de precios
T.: ¿Arsat le puede proveer servicios a las pymes del interior del país?
MdG: Arsat, lo que hace es iluminar toda la traza que llega hasta cerca del
pueblo, de cada ciudad con pocos habitantes, y después lo que hay que
terminar es la "última milla". Esa última milla la puede hacer una
cooperativa o la puede hacer una pyme. Ahora justamente el Enacom destinó $
300 millones en subsidios a las pymes y cooperativas para que puedan hacer
esta última milla, más allá de los $ 1.200 millones que destinó para Arsat
para que desarrolle el plan de conectividad en todo el país, y conectar
1.200 localidades con un fondo llamado Fondo Universal, que es el 0,5% que
aportan las empresas TIC como impuesto. O sea, reasignamos esto en obras de
interconexión.