27/07/2008

Espectáculos y sociales

Estudiantes de Medicina y Enfermería aportan trabajos voluntarios

A pocos años de haber sido creada, la Escuela Superior de Ciencias de Salud de la Unicen comienza a fortalecer lazos con las comunidades de la región, con la consecuente transferencia de conocimientos y trabajo comunitario en el centro de la provincia de Buenos Aires: Tandil, Azul, y Olavarría
Hace pocas semanas, la institución educativa anunció un acuerdo con el municipio de Tandil para que estudiantes avanzados de las carreras de Medicina y Enfermería realicen sus prácticas en el sistema de salud público de nuestra ciudad.
Un estudio realizado por tres profesionales médicos y docentes en la localidad de María Ignacia Vela fue presentado en el Congreso Mundial de Cardiología 2008, que se realizó en Capital Federal.
Luego fue en Olavarría, donde once estudiantes de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud expusieron una investigación en el marco del “Pre Foro de Memoria e Identidad”, desarrollado en el campus universitario de esa ciudad.
La investigación, titulada “Siete años de medicina formal o mil años de medicina informal” fue realizada el año pasado, cuando todos estaba en primer año, fue presentada por Viviana Acosta, Matías Cabral y Silvia Walter ante la mesa de “Salud, conocimiento científico y conocimiento originario” del Pre Foro.
Los estudiantes se propusieron analizar la relación que establecen los efectores de salud formados dentro de la medicina científica occidental, ante los practicantes o usuarios de la medicina tradicional. En ese contexto, analizaron la situación de Olavarría y obtuvieron resultados.
Llegaron a la conclusión de que muchos olavarrienses mantienen las creencias tradicionales y recurren a un médico en segunda instancia, es decir, si el “curandero” no logra aliviar el dolor.
En este sentido, señalaron que, además de los “sanadores”, en el partido de Olavarría, son muchos los habitantes que concurren a lugares considerados “milagrosos”. Y entre los más visitados, están Antonio Mamerto Gil, más conocido como el Gauchito Gil y al que le atribuyen curaciones; a Fray Romeo, un fraile franciscano destacado por su labor con los más necesitados en la ciudad y a quien se le atribuyen sanaciones; y a la Virgen de la Loma, que según se cuenta, cuando fue hallada en la ruta 226, tenía una inscripción en la que pedía ser dejada en el lugar y a la que también se le atribuyen curaciones y milagros diversos.
La Organización Mundial de la Salud intentó, desde la década del 70, que los efectores de salud puedan llegar a un entendimiento para llegar a mayor cantidad de poblaciones y acceder a las curaciones. Así, proponen que los practicantes de la medicina tradicional, busquen a los referentes de la salud de cada lugar para trabajar con beneficios recíprocos para los diversos sistemas, la extensión de los conocimientos generales y una cobertura más amplia y eficaz.
Los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Enfermería indicaron que la pregunta que rondó la investigación, pasa por qué pierde y qué gana, un profesional de la salud, si desconoce estas prácticas y creencias de la población en la que trabaja. “Creemos que mucho”, dijeron en su exposición, al tiempo que señalaron la importancia de incorporar lo que los pacientes –y su contexto- “entienden como salud, y aceptarlo sin desprestigiar, para ver cuáles son los métodos que usan antes de ir a un centro de salud a fin de determinar cuáles pueden ser incorporados a la práctica de la medicina occidental”.
La investigación da cuenta de que día a día, son muchas las personas, de distintas clases sociales y edades que en Olavarría, acuden a instancias religiosas o místicas que mantienen su vigencia, a pesar del avance científico.

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